LONDRES.- El
cambio de Tesla a un motor magnético que usa neodimio en su Modelo 3
Long Range añade presión sobre los ya agotados suministros de un metal
de tierras raras que durante años se había evitado por la prohibición de
su exportación por parte del principal productor, China.
Los
esfuerzos de los gobiernos de todo el mundo para reducir las emisiones
nocivas producidas por los automóviles que funcionan a base de
combustibles fósiles están impulsando la demanda de vehículos eléctricos
y de los metales necesarios para su fabricación, como el litio y el
cobalto, ingredientes clave de las baterías.
Ahora
el foco está en el neodimio. Varios fabricantes de automóviles ya
utilizan motores de imanes permanentes que dependen del metal porque por
lo general son más ligeros, fuertes y más eficientes que los motores de
inducción basados en bobinas de cobre.
Pero
es el cambio al neodimio por parte de Tesla, un fabricante de
automóviles que ha apostado exclusivamente por el vehículo eléctrico, lo
que está mostrando la forma en que la industria se mueve y la dirección
de la demanda del metal de tierras raras.
El
grupo de investigación Imarc estima que el mercado del imán de
neodimio, hierro y boro utilizado en los motores vale ahora más de
11.300 millones de dólares, mientras la demanda de imanes aumenta hasta
llegar a una tasa de crecimiento anual compuesto del 8,5 por ciento
entre 2010 y 2017.
"Algunos
motores de coches eléctricos se sirven de la tecnología de imanes
permanentes, probablemente el más famoso es el Modelo 3 Long Range de
Tesla. Todos los demás modelos de Tesla - el modelo X y el Modelo 3
estándar - utilizan motores de inducción", dijo David Merriman, un
experimentado analista de la consultora de metales Roskill.
La
demanda global de 31.700 toneladas de neodimio ya superó el suministro
de 3.300 toneladas el año pasado, afirmó. Se esperaba que la demanda
suba a 34.200 toneladas este año, y a 38.800 toneladas en 2018, dejando
mayores déficits.
"La
decisión de Tesla de optar por imanes permanentes ha cambiado
completamente las dinámicas de mercado", dijo una fuente de un
administrador de fondos especializado en metales.
El
precio del neodimio está ahora en alrededor de 70 dólares por kilo,
bastante por debajo de los 500 dólares que alcanzó después de que China
retuviera los envíos a Japón en 2010 durante un choque sobre las islas
en disputa, pero aún así está un 40 por ciento más alto que a comienzos
de 2017.
China,
que reanudó las exportaciones de neodimio en 2015, impuso estrictas
cuotas de exportación sobre una gama de metales de tierras raras en
2010, afirmando que quería reducir la contaminación y preservar los
recursos.
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