jueves, 20 de septiembre de 2018

Frenazo global, más en Europa / Primo González *

El avance hacia el proteccionismo comercial empieza a pasar factura a las previsiones económicas. La OCDE, uno de los organismos internacionales con una visión global más completa en lo económico, acaba de anticipar una rebaja en sus previsiones de crecimiento. De momento, el recorte es suave, apenas  una décima este año en el crecimiento mundial y dos décimas en el año 2019. Pero hay otras conclusiones inquietantes.

Una de ellas es el hecho de que el crecimiento económico está dejando de ser acompasado a escala global y se acentúan las diferencias entre zonas. Mientras en Estados Unidos y en China la previsión es  favorable, en  la zona euro, muy dependiente del comercio exterior, el recorte de las expectativas es mayor, más acusado.

También en el caso de los países emergentes, aunque en esta amplia zona parece que el quebranto queda de momento limitado a Turquía y a Argentina, dos zonas en las que España tiene algunos intereses económicos relevantes, sobre todo en el país sudamericano. 

En Brasil habrá que esperar al desarrollo de la batalla política, aunque de momento el ritmo de actividad económica  está por debajo de lo que se esperaba y  su decaimiento puede acentuarse aún más.

La rebaja  del crecimiento en Europa puede llegar por la vía de las exportaciones y en particular en las del sector del automóvil, aunque también en importantes sectores industriales,  algunos de los cuales están bastante enraizados en España.

Pero en Europa, el gran foco de incertidumbre es el Brexit. La negociación entre la UE y los británicos no marcha por buen camino y se espera lo peor, lo que provocará un frenazo adicional en la actividad económica ya que tanto el comercio intracomunitario como las inversión en algunos países van a verse afectadas de forma negativa.

Tampoco hay que perder de vista a Italia, un país con rumbo político incierto aunque  sus dirigentes se reafirmen con asiduidad en la firmeza de sus compromisos comunitarios, sobre todo en materia presupuestaria. 

Lo cierto es que Gran Bretaña e Italia  representan hoy en día sendos focos de incertidumbre para el proyecto europeo. En el caso italiano, los medios económicos son cada días más pesimistas y así lo están reflejando las principales variables económicas que se  pueden observar en los mercados financieros internacionales, en donde el crédito de este país se ha visto severamente encarecido.

El rumbo futuro de la economía europea se juega mucho, en todo caso, en las medidas que adopte el Banco Central Europeo en el inmediato futuro (a partir del inicio del año 2019), cuando deberá afrontar, junto al relevo en su cúpula directiva,  un posible cambio de su estrategia monetaria,  ya que si el guión pide endurecimiento de la gestión del dinero y subida de los tipos de interés, la economía quizás requiera otras medicinas para contrarrestar el eventual debilitamiento en la actividad que se nos avecina.


(*) Periodista y economista español


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