MONTEVIDEO.- El
acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE)
volvió a estancarse, tras una nueva ronda de negociaciones celebrada
esta semana en Montevideo en la que las partes volvieron a exponer sus
diferencias en áreas claves para las economías de ambos lados del
Atlántico.
Fuentes
del gobierno uruguayo, que tiene la presidencia pro tempore del bloque
también integrado por Brasil, Argentina y Paraguay, dijeron que no hubo
progresos en las conversaciones técnicas, que siguieron "en la misma",
girando en falso sobre las cuotas de productos agropecuarios.
Desde
el momento en que, en junio ?dos encuentros antes del actual-, la UE
vislumbró el "principio del fin" del acuerdo, las negociaciones parecen
haber retrocedido en el sinuoso sendero por el que marchan desde hace
casi 20 años. Tal como temían los negociadores sudamericanos, la meta
volvió a alejarse al surgir nuevas diferencias.
"Aparecieron
temas nuevos sobre servicios, subsidios, indicaciones geográficas", que
tornaron más compleja la negociación, dijo el jueves a periodistas el
canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa.
Eso
se suma al cambio de contexto en los países de mayor peso en el
Mercosur. Por un lado, en Brasil, a una campaña repleta de incertidumbre
hacia las elecciones presidenciales del 7 de octubre se ha sumado la
violencia, de la que fue víctima el candidato de derecha Jair Bolsonaro,
apuñalado a principios de este mes en un acto de campaña.
Mientras,
Argentina sigue atravesando turbulencias tras la corrida contra el peso
a fin de agosto que obligó a renegociar las condiciones de su acuerdo
con el FMI, y que elevó la cotización del dólar sobre los 40 pesos y
disparó la inflación.
Así,
como ya había ocurrido en diciembre, quedaron sepultadas las ilusiones
de Argentina, que tiempo atrás se ilusionaba con estampar las firmas en
el acuerdo este mes.
El
optimismo se probó desmedido a medida que se acercaba la actual ronda
de negociaciones, la número 35 desde que se iniciaron hace casi 20 años.
Días
antes del encuentro, el canciller brasileño, Aloysio Nunes, había
manifestado que esperaba "un poco más" de parte de Europa.
La
respuesta del comisario de Agricultura europeo, Phil Hogan, no tardó en
llegar, descalificando la "diplomacia por megáfono" a través del
océano. Hogan, a quien los más cercanos a la negociación reconocen como
el único capaz de mover las cuotas de productos agropecuarios, se mostró
inflexible al decir al Financial Times que la UE había hecho "una
oferta clara y explícita" en enero, y que "los países del Mercosur han
demorado su respuesta".
En
Montevideo, el diálogo del lado europeo fue encabezado por Sandra
Gallina, directora de Comercio y Desarrollo Sustentable del área de
negociaciones comerciales de la Comisión Europea. Por el lado
sudamericano, lideró la negociadora uruguaya Valeria Csukasi, quien tras
la última reunión había manifestado que el margen de acción del
Mercosur estaba "al límite".
La negociación culminó sin una fecha definida hacia adelante.
En
paralelo, funcionarios del Mercosur y autoridades de Comercio europeas
se encontraron en la ciudad argentina de Mar del Plata, en la reunión
ministerial de Comercio e Inversiones del G20.
La
comisaria europea de Comercio Cecilia Malmström mantuvo el jueves
reuniones bilaterales con funcionarios de países miembros del Mercosur.
Entre
ellos, se reunió con el canciller argentino, Jorge Faurie, y con el
ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, con quienes posó para la
cámara sonriente.
"Conversamos sobre los avances de las negociaciones
#Mercosur #UniónEuropea", tuiteó Sica.
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