MOSCÚ.- El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, exhibió hoy en Moscú su buena
relación con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en un momento en el
que la Unión Europea (UE) se plantea sancionar a Hungría por algunas
políticas impuestas por su líder nacionalista, en conflicto con el
Estado de derecho.
"No se puede decir que siempre haya existido un buen
clima internacional para nuestra cooperación. Pero para eso están todas
las cosas desagradables, para que podamos enfrentarnos juntos a ellas.
Creo que lo estamos logrando", dijo Orbán a Putin al inicio de su
reunión en Moscú.
El jefe del Kremlin respondió al primer ministro que
"Hungría es uno de los socios clave" de Rusia en Europa, y subrayó que
las relaciones entre los dos países "se desarrollan prácticamente en
todas las direcciones", según recogieron las agencias rusas Ría Novosti e
Interfax.
El primer ministro húngaro siempre ha
criticado abiertamente las sanciones de la UE contra Rusia por su papel
en la crisis de Ucrania de 2014, aunque no ha tenido más remedio que
apoyar una y otra vez las prórrogas de su aplicación para respetar la
voluntad de una gran mayoría de los países miembros del club europeo.
Su sintonía con el líder ruso, su discurso a favor de acercarse a Rusia
y sus políticas próximas al ideario de Putin en asuntos como la
inmigración y la familia le han convertido en el principal aliado del
Kremlin dentro de la UE.
Orbán, que se opone
categóricamente a la política europea de inmigración y se niega a
aceptar a refugiados en su territorio, como le exigen otros países de la
Unión, ha encontrado en Moscú a quien entiende y defiende su postura.
"Estos problemas deben resolverse dentro de la UE, pero a juzgar por lo
que sucede, dudo de que (el flujo migratorio) vaya a reducirse. Al
principio hablaban de inmigrantes de Siria, Irak, otros países de
Oriente Próximo, y ahora ya hablan del África negra. El número de
inmigrantes crece en todo momento", dijo Putin en la rueda de prensa
posterior a su reunión.
El jefe del Kremlin advirtió de que Europa tiene una enorme potencia como polo de atracción para la inmigración.
"Si se incentiva esa inmigración con pagos sociales cuantiosos y otros
beneficios, no hay motivos para que cese ese flujo", recalcó.
Orbán volvió a lamentar las sanciones de la UE contra Rusia, pero
agradeció a Putin su trato especial a Hungría, que ha permitido mejorar
el intercambio comercial entre los dos países.
"Pese a
que nuestro intercambio comercial ha caído por las sanciones de la UE,
hemos podido revertir la tendencia a nuestro favor. Hoy he venido para
expresar mi agradecimiento por todo el trabajo que hemos hecho juntos",
le dijo Orbán.
El mandatario ruso destacó que el
comercio entre Rusia y Hungría creció en un 25 % el año pasado y otro 30
% en los primeros seis meses de este año.
Los dos
líderes también hablaron de la marcha del principal proyecto económico
que une a Rusia y Hungría: la construcción por parte de la corporación
atómica rusa Rosatom de dos nuevos reactores en la central nuclear de
Paks, la única que existe en el país centroeuropeo.
Las obras debían empezar este año, pero la Comisión Europea mantiene bloqueado el proyecto desde noviembre de 2015.
"Intentaremos cumplir con el calendario, pero eso es secundario. Creo
que éste es un (proyecto) abanderado de la cooperación entre el Este y
el Oeste, y debemos llevarlo hasta el final. Y lo haremos", subrayó
Orbán.
También dentro del ámbito energético, Putin
señaló que una de las ramificaciones del gasoducto ruso Turkish Stream,
que unirá este país y Turquía por el fondo del mar Negro, podría llegar
en el futuro a Hungría.
"Se están estudiando las
posibilidades de conectar a los socios húngaros a los nuevos proyectos
de transporte del gas. No descarto que una de las ramificaciones
terrestres del Turkish Stream podría atravesar Hungría", apuntó el
presidente ruso.
Las obras del Turkish Stream
-proyectado con la idea de suministrar gas a los países del sur y
sureste de Europa, siempre que lo permita Bruselas- concluirán el año
que viene, y los dos hilos del nuevo gasoducto tendrán una capacidad
anual de bombeo de 15.750 millones de metros cúbicos de gas cada uno.
Rusia ha advertido a la Unión Europea de que debe unir sus gasoductos
con la frontera greco-turca para conectarse al Turkish Stream, al
descartar que el tránsito de gas a través del territorio de Ucrania
tenga los mismos volúmenes que hasta ahora, una vez que expire en 2019
el contrato actual entre Moscú y Kiev.
No hay comentarios:
Publicar un comentario