miércoles, 26 de septiembre de 2018

Los diputados rusos adoptaron la impopular reforma de la jubilación

MOSCÚ.- Los diputados rusos adoptaron este miércoles una impopular reforma que sube la edad de la jubilación por primera vez desde el periodo soviético y que desató gran descontento popular, pese a ser luego flexibilizada por el presidente, Vladimir Putin.

La reforma, hecha pública el día del inicio del Mundial de fútbol en Rusia, el 14 de junio, generó gran conmoción en el país, así como varias huelgas e inesperados reveses electorales en comicios regionales para el partido en el poder de Putin.
Miles de personas se manifestaron contra ella, convocadas por el Partido comunista y por el principal opositor al Kremlin, Alexei Navalni. Éste fue condenado el lunes a una pena de 20 días de prisión por sus llamados a manifestar contra el proyecto del gobierno.
El texto, con los cambios propuestos por el presidente Vladimir Putin, fue aprobado por 326 votos a favor, 59 en contra y una abstención en segunda lectura.
Queda pendiente una tercera y el voto de los senadores pero esto se considera una mera formalidad.
El presidente Putin, enfrentado a un inhabitual descontento que provocó la caída de 10 puntos de su índice de popularidad, había consentido en limitar el aumento de la edad de jubilación de las mujeres de los 55 a solamente 60 años, en lugar de los 63 originales.
Para los hombres, se mantiene la subida de edad de jubilación a 65 años, contra 60 antes de que entre en vigor la reforma.
Los diputados rusos también adoptaron otras medidas preconizadas por Putin, tales como la jubilación anticipada para las madres de familia numerosa, el mantenimiento de beneficios para algunas profesiones como los mineros, y la introducción de sanciones penales para empresas que despidan a trabajadores que se acercan a la edad de la jubilación.
El rechazo al proyecto de reforma de las jubilaciones es uno de los temas esgrimidos por la oposición y suscita la cólera del partido comunista.
Hubo manifestaciones este miércoles ante la Duma, la cámara baja del Parlamento ruso, donde el texto fue examinado, con pancartas criticando al primer ministro, Dimitri Medvedev, quien había propuesto la reforma en junio.

El opositor de extrema izquierda Serguei Udaltsov se hallaba presente, portando una pancarta en la que se podía leer: "¡El aumento de la edad de jubilación es un genocidio!", según constató un fotógrafo de prensa.
Los opositores a la reforma afirman que muchos rusos, en especial los hombres -cuya esperanza de vida no supera los 66 años- no podrán apenas disfrutar de su jubilación.
El martes, varios militantes anunciaron haber transmitido a la administración presidencial una petición firmada por un millón de personas pidiendo que se abandonara la reforma.
Putin, que no mencionó el tema de una reforma de la jubilación durante la campaña electoral que lo condujo a su reelección en marzo pasado, había inicialmente tomado sus distancias con el proyecto, y dejado que el gobierno asumiera su responsabilidad. Sin embargo, decidió finalmente defender la reforma durante una larga intervención televisada.
El presidente ruso había afirmado entonces que el aumento de la edad de jubilación no podía "ser postergado más" pues ello "amenazaría la estabilidad de la sociedad y la seguridad del país".
El 9 de septiembre, las manifestaciones contra la reforma convocadas por Alexei Navalni condujeron a la detención de un millar de personas en todo el país.

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