MANILA.- El tifón Mangkhut tocó
tierra en la madrugada del sábado en Filipinas con vientos de hasta 255
km/h y lluvias torrenciales que obligaron a miles de personas a
abandonar sus hogares.
Mangkhut, el tifón más violento de los que
han afectado al país en lo que va de año, tocó tierra a las 01:40 (17:40
del viernes GMT), según el servicio nacional de meteorología Pagasa.
Los habitantes de la isla habían cubierto como podían sus
ventanas y reforzado sus tejados. Las autoridades subieron el nivel de
alerta hasta cuatro, el máximo en la escala de tifones en ese país.
"Las
lluvias van a ser fuertes y el viento no será ninguna broma", había
explicado Michael Conag, portavoz de defensa civil local.
"Puede haber olas equivalentes a un edificio de cuatro pisos, y muchas
casas pueden quedar destruidas, sobre todo las construcciones más
frágiles, que son las más frecuentes en estas zonas costeras", explicó.
Al
menos cuatro millones de personas están en la trayectoria directa de
Mangkhut, que luego se dirigirá hacia el sur de China, incluido el
territorio semiautónomo de Hong Kong.
Los campesinos de la región,
que produce gran parte del maíz y el arroz en Filipinas, se apresuraron
a recoger sus cosechas por temor a que queden inundadas.
Las
autoridades "dicen que este tifón es dos veces más fuerte que el
anterior, estamos asustados", cuenta Myrna Parallag, que huyó de su casa
en el norte del archipiélago.
Esa habitante de 53 años ya vio
cómo un tifón inundaba su casa en 2016. "Aprendimos la lección de la
última vez. El agua llegó hasta el techo", recuerda.
Las
autoridades temen especialmente las inundaciones y los corrimientos de
tierra, y el servicio nacional de meteorología anunció que el tifón
puede provocar graves perturbaciones en el suministro eléctrico y en los
servicios de comunicación.
Las pequeños pueblos de pescadores
son muy vulnerables ante los vientos violentos y las enormes olas que se
abaten sobre la costa.
Una veintena de tifones
golpean cada año el archipiélago filipino, causando centenares de
muertos y agravando la pobreza de millones de personas.
Haiyan,
uno de los tifones más violentos en haber tocado tierra, azotó las islas
del centro de Filipinas en noviembre de 2013, con vientos de más de 315
km/h.
Inmensas olas similares a las de un tsunami arrasaron todo
a su paso. La catástrofe causó mas de 7.350 muertos o desaparecidos, y
cuatro millones de personas quedaron privadas de sus viviendas.
La
agencia meteorológica filipina indicó que Mangkhut es de momento la
tormenta tropical más violenta del año, con ráfagas de hasta 255 km/h.
El
observatorio meteorológico de la excolonia británica de Hong Kong
exhortó por su lado a la prudencia, y explicó que la tormenta constituye
una "amenaza considerable".
Los servicios meteorológicos de
Taiwán predijeron que la tormenta llegaría a la isla el sábado, dejando
fuertes lluvias en el sur y el este del territorio, aunque se consideró
poco probable que vaya a ser directamente golpeado.
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