BRIGHTON.- El
presidente entrante de la dividida Comisión Ballenera Internacional
(CBI), Joji Morishita, dijo que la actual cumbre de la organización de
89 miembros que arrancó este lunes podría determinar su futuro, al
debatir el regreso a la caza comercial de ballenas.
Mientras
países pro y anticaza de ballenas se reúnen en Brasil en un encuentro
que se extenderá toda la semana, Morishita dijo que el encuentro será
clave para determinar si países balleneros como Japón, Noruega e
Islandia vislumbran un futuro dentro del marco actual de la
organización.
"Eso
depende de cómo se desarrolle la discusión sobre la visión futura de
esta organización", dijo Morishita.
"Necesitamos
una organización internacional -que podría ser o no ser la CBI-, pero
tiene que estar allí para gestionar las actividades de caza de ballenas,
porque hasta las actividades balleneras futuras previsibles estarán
allí, y siempre que las actividades balleneras son conducidas por los
países -incluidas las actividades de subsistencia y de actividades
indígenas de caza de ballenas-, se necesitan medidas de gestión
internacional".
Noruega
e Islandia son los únicos países que permiten la caza comercial de
ballenas, pero permanecen dentro de la CBI como objetores de conciencia.
Japón,
al tiempo que aboga insistentemente por un retorno a la caza de
ballenas, aprovecha una laguna en la moratoria que atiende para realizar
cacería "científica", que este año ha tenido un saldo de 333 ballenas
minke.
Horas
antes de que los países miembros de la CBI debatieran la propuesta de
Japón de poner fin a la moratoria de 32 años vigente desde 1986,
Morishita dijo que quería ver "un cambio de paradigma" en la manera en
que la organización debate sus diferencias.
"El
problema es que a menudo un lado niega al otro. Si podemos cambiar el
paradigma de la negación mutua al respeto mutuo, creo que la CBI todavía
seguirá teniendo un espacio para trabajar o un rol que cumplir",
indicó.
Brasil, país anfitrión, y Japón, proponen dos visiones diametralmente opuestas del futuro de la organización.
Japón
ha presentado un documento titulado "El camino a seguir" que propone
crear un "Comité de Caza de Ballenas Sostenible" para los países que
desean permitir a sus ciudadanos cazar poblaciones sanas de ballenas con
fines comerciales. Pero miembros anticaza de ballenas como la Unión
Europea, Australia y Nueva Zelanda están decididos a bloquearlo.
Brasil,
por su parte,está tratando de unir a las naciones anticaza de ballenas
detrás de una "Declaración de Florianópolis", que insiste en que la
cacería comercial de ballenas ya no es una actividad económica necesaria
y que permitiría la recuperación de todas las poblaciones de ballenas a
los niveles previos a la existencia de la caza industrial.
"Nuestro
desafío en esta reunión es si podemos unir las dos ideas diferentes o
encontrar una solución en la que podamos estar de acuerdo en estar en
desacuerdo, de modo que podamos mirar hacia el futuro en lugar de
simplemente enfrentarnos entre nosotros", señaló.
Morishita,
comisionado de Japón ante la CBI, y un veterano de las reuniones de la
organización como defensor de la caza de ballenas, enfatizó que las
cosas tenían que cambiar. Los ideales de conservación y de la caza
comercial de ballenas eran "luchar siempre el uno contra el otro".
En
reuniones pasadas de la CBI "la negación mutua fue una especie de
norma" que causaba "conflictos y controversias muy difíciles", dijo
Morishita, quien también preside el comité científico de la Comisión de
Pesquerías del Pacífico Norte.
"Ha
habido varios intentos de concertación, a lo largo del proceso creo que
la discusión se ha vuelto más respetuosa y organizada", declaró.
"Sin
embargo, la diferencia fundamental entre los dos bandos aún persiste, y
todos estos intentos de concertación han fracasado,
desafortunadamente", sentenció el japonés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario