viernes, 28 de septiembre de 2018

Distensión entre Merkel y Erdogan pese a "profundas diferencias" entre sus países

BERLÍN.- La canciller alemana Angela Merkel y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan rebajaron este jueves las tensiones entre sus dos países, aunque persisten "profundas diferencias" por la cuestión de los derechos humanos y la libertad de prensa en Turquía.

El único anuncio concreto tras el encuentro entre ambos fue la posible celebración en octubre de una cumbre sobre Siria, centrada en el último bastión rebelde de Idlib, con la participación de Rusia, Turquía, Alemania y Francia.
Turquía y Alemania, donde Erdogan efectúa una visita de Estado hasta el sábado, salen de dos años de discordias. Desde el fallido golpe de 2016 contra Erdogan, Ankara reprocha a Berlín su escaso apoyo.
Las autoridades alemanas critican la deriva represiva en Turquía o el espionaje a opositores turcos en territorio alemán.
Aún hay "profundas diferencias", admitió claramente Merkel tras la reunión, aludiendo a la libertad de prensa y la situación de derechos humanos.
Pero la canciller, en un contexto de distensión entre los dos países, destacó también los intereses comunes con Ankara.
"Tenemos muchas cosas que nos unen" dijo Merkel, quien destacó el "gran significado" de la visita de Erdogan a Alemania, donde residen tres millones de habitantes de nacionalidad u origen turco.
Con 7.500 empresas alemanas basadas en Turquía, Berlín necesita una "economía turca estable", explicó Merkel, en momentos en que Turquía está golpeada por una aguda crisis y la caída de su moneda.
Erdogan se felicitó de que esta visita permita fijar nuevas bases: "Hemos llegado a un consenso para reactivar los mecanismos de cooperación".
Pero el presidente turco eludió las preguntas de los periodistas sobre sus declaraciones de 2017 sobre supuestas "prácticas nazis" del gobierno alemán o sobre el fracaso de la candidatura turca al Euro-2024 de fútbol, atribuido el jueves a Alemania.
Merkel destacó que Alemania y Turquía, ambos miembros de la OTAN, tienen intereses comunes para luchar contra el terrorismo y evitar un nuevo flujo de migrantes procedentes de Siria. Turquía y Alemania acogen entre los dos a varios millones de refugiados sirios.
Erdogan, con poderes ampliados desde el inicio de su nuevo mandato en julio, se había entrevistado por la mañana con el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, en su residencia del castillo de Bellevue, donde recibió honores militares.
El presidente alemán aludió al tema de los presos "políticos" detenidos en Turquía, entre ellos cinco alemanes.
Varios grupos turcos y kurdos opuestos a Erdogan tienen previsto manifestarse el viernes en Berlín, y el sábado en Colonia, donde el presidente turco inaugurará una mezquita.
En la conferencia de prensa de Merkel y Erdogan, un hombre que llevaba una camiseta con la inscripción "Libertad para los periodistas" fue evacuado sin contemplaciones.
Erdogan confirmó que desea la extradición del periodista y crítico del poder turco, Can Dündar, exilado en Alemania, a quien acusa de ser un "agente" que divulgó "secretos de Estado". Fue condenado a cinco años de prisión en Turquía.
Por su lado, Merkel rehusó nuevamente considerar a los partidarios del predicador Fetulá Gülen como una "organización terrorista", como lo desea Turquía, que los acusa de haber fomentado el fallido golpe de Estado de 2016. Gülen desmiente esas acusaciones.
"Tomamos en serio las informaciones de Turquía (...) pero no es suficiente", dijo la canciller, después de que Erdogan denunciara la presencia en Alemania de "centenares" de militantes pro-Gülen.
En otro ejemplo del malestar suscitado por la visita del dirigente turco, varias personalidades políticas, entre ellas la propia Merkel, no acudirán al banquete celebrado el viernes por la noche en honor de Erdogan en el palacio de Bellevue.

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