TOKIO.- El Banco de Japón (BoJ) decidió mantener su política monetaria al
término hoy de su reunión mensual para hacer un seguimiento de los
efectos de sus recién introducidos ajustes con los que busca lograr su
esquiva meta inflacionaria del 2 %.
La junta de política monetaria del banco central nipón
decidió por mayoría de 7-2 mantener la tasa negativa del -0,1 % en los
tipos de interés a corto y medio plazo y una tasa de referencia a largo
plazo de en torno al 0 %, y se reafirmó en su propósito de mantenerlas
en niveles bajos "por un período prolongado de tiempo".
La entidad también mantuvo sin cambios su programa de
compra de activos de riesgo, en el que decidió por mayoría seguir
comprando bonos estatales por valor de unos 80 billones de yenes (unos
610.000 millones de euros) al año para mantener el rendimiento del bono
japonés a 10 años (principal referente de los tipos a largo plazo).
El BoJ decidió además por unanimidad seguir adquiriendo fondos
cotizados e inmobiliarios para que su cartera engorde al año unos 6
billones y 90.000 millones de yenes (45.700 y 686 millones de euros) e
incrementando el valor de su portafolio en bonos corporativos a corto y
largo plazo a un ritmo anual de 2,2 y 3,2 billones de yenes (16.800 y
24.400 millones de euros).
El banco central japonés
mantuvo su evaluación de que la economía de Japón se está expandiendo
"moderadamente" gracias a un aumento de las exportaciones y la inversión
corporativa, así como un incremento del consumo privado, que espera que
estimule una subida "gradual" de los precios hacia su meta del 2 %,
explicó en un comunicado.
El BoJ decidió en su
reunión previa de julio ajustar su programa de compra de bonos estatales
para llevar a cabo sus adquisiciones de forma flexible, en función de
las condiciones de mercado, y con el objetivo de lograr la meta de tipos
de interés a largo plazo.
Los cambios, los primeros
de esta índole que la entidad introdujo desde 2016 en el programa que ha
aplicado durante los últimos cinco años, fue una reacción a las
críticas de que sus compras masivas de bonos estaban absorbiendo
liquidez y distorsionando el mercado.
El BoJ mencionó
en su declaración de hoy los riesgos que suponen para sus previsiones
las políticas macroeconómicas de Estados Unidos y "su impacto en los
mercados financieros globales", así como "las consecuencias de los
movimientos proteccionistas y sus efectos", y las negociaciones de la
salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Los
economistas temen también que la economía nipona, que creció un sólido 3
% en el trimestre de abril a junio, se vea perjudicada por la subida de
aranceles acometida por la Administración de Donald Trump, así como por
los últimos desastres naturales que han afectado áreas industriales del
oeste y norte del archipiélago nipón.
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