martes, 4 de septiembre de 2018

El Gobierno argentino admite una "excesiva presión impositiva" sobre las empresas

BUENOS AIRES.- El Gobierno argentino afirmó hoy que existe una "excesiva presión" tributaria sobre las empresas del país y admitió que la decisión de aumentar los impuestos a las exportaciones de forma temporal es una medida "dura, ingrata", que les hubiera gustado no tener que tomar.

"Necesitamos una política que nos permita bajar impuestos para que puedan ser las empresas mucho más competitivas", señaló el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, al intervenir en la 24 edición de la Conferencia Industrial Argentina, que reúne a miembros del Gobierno, empresarios y académicos en Buenos Aires.
A su juicio, el 60 % de los problemas que tienen las compañías -especialmente las industriales- en el país suramericano los "genera el propio Estado", ya que existe una "excesiva presión impositiva" dirigida a sostener "un gasto público totalmente ineficiente".
Esto, sumado a una gran cantidad de "impuestos distorsivos", genera "fuertes restricciones" para el sector empresarial.
Sica también se refirió al anuncio realizado este lunes por el presidente, Mauricio Macri, y posteriormente detallado por el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, de que, para afrontar la crisis que atraviesa el país -marcada por la fuerte devaluación y la elevada inflación-, habrá un nuevo impuesto "transitorio" para las exportaciones, que se aplicará en 2019 y 2020.
En concreto, será de cuatro pesos (diez centavos) por cada dólar exportado en actividades primarias y servicios y de tres pesos (0,077 dólares) por dólar para el resto de las exportaciones.
"Sabemos que es una medida dura, ingrata, que no nos hubiese gustado tomar", admitió hoy el titular de Producción y Trabajo al apuntar que, sin embargo, era necesaria "para poder dar señales claras en un contexto de crisis macroeconómica muy fuerte" y lograr el equilibrio fiscal.
"Nos va a permitir tener mucha más solidez y poder avanzar en un proceso de estabilización", agregó.
Asimismo, señaló que el Gobierno tiene un plan económico cuyo principal objetivo es lograr una estabilidad macroeconómica "durable y sustentable en el tiempo" porque, si no, es muy difícil que la microeconomía pueda reaccionar.
Según dijo, la principal fuente de inestabilidad macroeconómica es el déficit fiscal y, si este no se resuelve de forma definitiva, Argentina va a continuar "arrastrando problemas cada tres, cuatro años de crisis".
Sica advirtió que, aunque una macroeconomía estable es una condición necesaria para poder crecer, no es suficiente y necesita ir acompañada de un paquete de reformas estructurales dirigidas a dotar de una mayor productividad y competitividad a la economía para, de esa forma, "recrear un ciclo virtuoso de inversiones".
En la apertura del evento, el presidente de la vigesimocuarta Conferencia y secretario de la Unión Industrial Argentina (UIA), Alberto Álvarez Saavedra, reveló que, a lo largo del día, van a reflexionar sobre "las necesidades de transformaciones macro y microeconómicas que permitan avanzar hacia el desarrollo, evitando los vaivenes de la coyuntura".
"Necesitamos previsibilidad cambiaria y financiera, reglas claras y estables, como bases a partir de las cuales podamos proyectar inversiones y buscar crecimiento en el largo plazo", afirmó.
Asimismo, hizo referencia al contexto de "altas tasas de interés" que "complica" la financiación y la cadena de pagos.
En esa línea, coincidió con Sica en que existe una "alta carga impositiva y superposición de tributos que desincentivan la inversión" en un mercado interno "cada vez más debilitado".

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