domingo, 30 de septiembre de 2018

El nombre de Macedonia, motivo de una disputa de casi 30 años con Grecia

PARÍS.- El referéndum del domingo en Macedonia para cambiar el nombre del país al de República de Macedonia del Norte es una etapa importante pero no decisiva para acabar con el litigio que envenena las relaciones con Atenas desde 1991.

En 1991, Macedonia proclamó su independencia de Yugoslavia. Atenas le negó entonces el derecho a utilizar el nombre de Macedonia al considerar que este sólo puede designar su provincia septentrional. Grecia cree el país vecino trata de usurpar su patrimonio, especialmente el de Alejandro Magno, y mantiene ambiciones territoriales ocultas.
En 1993, Macedonia entró en la ONU con el nombre provisional de Antigua República Yugoslava de Macedonia.
Muchos países, incluidos Rusia y Estados Unidos, han reconocido desde entonces al país balcánico con su nombre constitucional de República de Macedonia.
En 1994, Grecia impuso un embargo económico a Macedonia, prohibiéndole a ese pequeño país aislado utilizar el puerto griego de Tesalónica, su principal vía de intercambios comerciales.
Las autoridades griegas exigieron que Macedonia modificara su Constitución y renunciara a su bandera con el sol de Vergina, el emblema de la antigua dinastía macedonia, que Atenas considera como un "símbolo griego".
En 1995, los dos países firmaron en Nueva York un acuerdo para normalizar sus relaciones políticas y comerciales, dejando a un lado la cuestión del nombre.
Un mes después, abrieron oficinas de enlace en sus capitales respectivas, y la nueva bandera de Macedonia, donde el sol de Vergina se sustituyó por otro símbolo parecido, se izó por primera vez en Naciones Unidas.
En 2001, Grecia, el único país de la región que es miembro de la OTAN, la UE y la zona euro, apoya a su vecino durante un conflicto armado entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes albaneses. Macedonia alberga una importante minoría albanesa que representa entre el 20 y el 25% de la población.
En 2005, Macedonia obtuvo el estatuto de candidato a la UE. Pero Grecia bloquea la fecha de apertura de las negociaciones de adhesión, que debe aprobarse por unanimidad.
En 2008, Macedonia presentó su candidatura a la OTAN con su nombre provisional, pero Grecia vetó su incorporación a la alianza.
Las relaciones entre ambos países se deterioraron con la instalación en 2011 de una enorme estatua de Alejandro Magno en Skopje, una "provocación", según Atenas.
En 2016, tras el cierre de la llamada ruta de los Balcanes, Atenas acusó a Skopje de hacer un uso excesivo de la fuerza durante incidentes con cientos de migrantes que intentaban pasar la frontera con Macedonia.
Desde su llegada al poder en junio de 2017 tras años de gobierno nacionalista, el nuevo primer ministro socialdemócrata, Zoran Zaev, prometió estrechar la "buena amistad" con Grecia para encontrar una "solución" y volver a lanzar el proceso de adhesión a la UE y a la OTAN.
Las negociaciones se retomaron en enero de 2018 bajo la supervisión de la ONU, provocando una fuerte resistencia de la oposición derechista y de los nacionalistas en Grecia y en Macedonia.
Tras varios encuentros bilaterales, Atenas y Skopje firmaron el 17 de junio un acuerdo histórico para cambiar el nombre de la ex República yugoslava al de Macedonia del Norte.
El acuerdo, ratificado en julio por el Parlamento macedonio, será objeto de un referéndum consultivo el 30 de septiembre. Tras la consulta, los diputados deberán validar el resultado con una mayoría de dos tercios. También deberá ser aprobado por el Parlamento griego.
La OTAN ya invitó a Skopje a abrir negociaciones de adhesión, aunque ya avisó de que el cambio de nombre era una condición imprescindible para seguir adelante.

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