MANAGUA.- El
Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) descendió en julio pasado
un 4,2 por ciento con respecto al mismo mes de 2017, cuando mostró un
positivo 3 por ciento, para un retroceso de 7,2 puntos porcentuales,
según informó hoy el Banco Central de Nicaragua (BCN).
El
retroceso se presentó en el tercer mes de la crisis sociopolítica que
ha dejado cientos de muertos y causado un fuerte golpe a la economía
nicaragüense.
El
IMAE ya había caído en un 12,1 por ciento en junio pasado, cifra que
sumada al incremento del 3,9 por ciento de junio del año anterior
reflejó un retroceso de 16 puntos porcentuales.
A
pesar del descenso, el crecimiento promedio anual se mantuvo en 0,7 por
ciento, cifra por debajo del 1,3 de junio, y nada comparable con el 5,2
por ciento presentado en julio de 2017.
La
variación anual acumulada a julio también arrojó un dato negativo, con
un -1,7 por ciento, lo que acentuó el -1,2 por ciento de junio, cuando
12 meses antes mostraba un 5,6 por ciento.
El
sector con mayor impacto negativo fue el de hoteles y restaurantes
(-41,5 por ciento), seguido de la construcción (-27 por ciento),
comercio (-18 por ciento), pecuario (-10 por ciento), transporte y
comunicaciones (-7,2 por ciento) e intermediación financiera y servicios
conexos (-6,3 por ciento).
En
menor medida cayeron la administración pública y defensa (-1,7 por
ciento), pesca y acuicultura (-1,5 por ciento), otros servicios (-1 por
ciento) y propiedad de vivienda (-0,5 por ciento).
El
IMAE es un indicador que mide los 17 principales sectores de la
actividad económica de un país y es utilizado para la toma de decisiones
de inversión.
Hasta
el estallido social del 18 de abril pasado el BCN proyectaba un
crecimiento económico de entre el 4,5 y 5 por ciento en Nicaragua en
2018, pero la crisis le hará crecer un 1 por ciento, según el banco
emisor, que ha calculado las pérdidas económicas en 430 millones de
dólares.
Según
organizaciones humanitarias nacionales, extranjeras y multinacionales,
entre 322 y 481 personas han muerto en protestas contra el presidente
Daniel Ortega, mientras el Gobierno cifra en 198 los fallecidos.
Las
protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo,
comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social, que se
convirtieron en la exigencia de su renuncia tras las muertes imputadas
al líder, después de 11 años años en el poder, con acusaciones de abuso y
corrupción en su contra.
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