GINEBRA.- La sequía ha desplazado a un total de 275.000 personas en el oeste de
Afganistán, 52.000 más que las desarraigadas por el conflicto este año, y
más de dos millones están amenazadas por los efectos de la escasez de
agua, dijeron las Naciones Unidas.
Los informes de la ONU y de organizaciones de ayuda humanitaria
describieron a agricultores sin semillas para sembrar tras las malas
cosechas en algunas áreas y a ganado muriendo de hambre.
Afganistán,
un país donde casi 20 millones de personas dependen de la agricultura,
ha sufrido una caída del 45 por ciento en la producción agrícola este
año debido a la sequía, según responsables del Ministerio de
Agricultura.
En una actualización de datos habitual,
la oficina humanitaria de la ONU dijo que 120.000 personas que huían de
la sequía habían llegado a la ciudad de Qala-e-Naw en la provincia de
Badghis en la semana previa al 9 de septiembre.
Un segundo
informe de la ONU, con datos de agosto, dijo que más de 100.000 personas
podrían haberse trasladado a la ciudad de Herat por la misma razón a
finales del mes pasado. Se estima que 2,2 millones de afganos se verán
afectados por la sequía de este año.
En Qala-e-Naw, donde se
estima que hay 66.500 personas desplazadas por la sequía, los
suministros y la ayuda humanitaria ya son insuficientes para satisfacer
las necesidades de las familias recién llegadas.
La ONU citó una
evaluación de la organización benéfica internacional World Vision
International según la cual el 99 por ciento de las personas de Badghis
dijeron que su situación alimentaria era peor o mucho peor que hace un
año.
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