jueves, 20 de septiembre de 2018

La UE presiona para lograr un acuerdo del Brexit en octubre

SALZBURGO.- Los líderes europeos presionarán para alcanzar un acuerdo del Brexit en octubre, pero el jueves advirtieron a la primera ministra británica, Theresa May, de que si no cede en materia comercial ni sobre la frontera irlandesa antes de noviembre, están preparados para afrontar la marcha de Reino Unido. 

“Don’t worry, be happy” (“No se preocupen, sean felices”), bromeó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cuando dijo a los periodistas tras una cumbre en Austria que Europa tenía planes si no se llega a un acuerdo antes de que Reino Unido abandone el bloque el próximo marzo.
May prometió nuevas propuestas para garantizar a Dublín que no tendrá “una frontera dura” con la provincia británica de Irlanda del Norte, pero advirtió de que ella también podría vivir con un Brexit sin acuerdo, aunque muchos miembros de la cumbre en Salzburgo vieron esas declaraciones más como una estrategia de negociación que como una amenaza creíble.
May dijo que las propuestas de Chequers sobre el comercio con la UE, que tenían por objeto resolver las disputas sobre las fronteras de Irlanda del Norte, eran la única salida. Los líderes de la UE reiteraron su opinión de que esas propuestas debilitarían su preciado mercado único.
Pero los líderes también intentaron dar un giro positivo a sus conversaciones de 24 horas. El presidente de la cumbre, Donald Tusk, dijo que era más optimista sobre alcanzar acuerdos tanto para un Brexit con transición como para esbozar un futuro acuerdo de libre comercio.
Tusk dijo que una cumbre en Bruselas el 18 de octubre sería el “momento de la verdad” para superar los grandes problemas que persisten, y los líderes señalaron el fin de semana del 17 al 18 de noviembre para formalizar un acuerdo final.
Sin embargo, tanto May como la canciller alemana, Angela Merkel, estaban entre quienes incidían en que todavía había “mucho trabajo” por hacer.
May afrontará una batalla con los conservadores de su partido en un congreso dentro de 10 días. Ellos se burlan de su voluntad de imponer a Reino Unido una regulación para la UE a cambio de libre comercio; algunos prefieren un “Brexit duro” en marzo, sin acuerdo de transición, a pesar de las advertencias de que podría causar estragos en la economía británica.
Los líderes de la UE entienden que May puede ceder poco antes del congreso que termina el 3 de octubre, pero esperan que el negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, pueda garantizar el próximo mes un acuerdo con May sobre lo que serán las nuevas propuestas de la UE. Serán unas propuestas fundamentalmente sin cambios, pero políticamente más atractivas, sobre todo para Irlanda del Norte.
“La danza ritual siempre forma parte de las negociaciones como esta”, dijo un asesor de los homólogos de May en la cumbre.
“Puede ser que acepten lo que proponemos tras el congreso de los conservadores”, dijo.
Muchos dudan de que se pueda lograr para mediados de noviembre. Bruselas conoce el teatro de la diplomacia, donde ser visto resistiendo hasta el final puede ayudar a vender lo impopular en casa, aunque algunos diplomáticos creen que un acuerdo llevaría hasta Navidad.
Más allá de esos plazos habría riesgo de que no lograse la ratificación parlamentaria antes del próximo 29 de marzo, el día del Brexit.
“Hoy quedó claro que necesitamos un avance sustancial para octubre y que entonces tratemos de finalizar todo en noviembre”, dijo Merkel. “Pero aún queda mucho trabajo por hacer sobre la pregunta de cómo serán las futuras relaciones comerciales”, añadió.
“No se puede pertenecer al mercado único si no se es parte del mercado único, pero se puede desarrollar mucha creatividad para encontrar soluciones prácticas, buenas y cercanas”, dijo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, llevó a casa el mensaje: “Ha sido un buen intento, y valiente, por parte de la primera ministra”, dijo sobre su plan comercial.
“Pero hoy todos estuvimos de acuerdo sobre esto, las propuestas en su estado actual no son aceptables”, dijo.
“El plan de Chequers no puede ser ‘tómalo o déjalo’”, añadió.
La UE también insiste en una cláusula para un mecanismo de seguridad en cualquier acuerdo de salida. Eso mantendría a Irlanda del Norte bajo la supervisión económica de la UE si Londres y Bruselas no pueden alcanzar un acuerdo comercial para mantener las fronteras abiertas entre Reino Unido y la UE después de que termine el periodo de transición en 2020 — una idea a la que se oponen May y un pequeño partido norirlandés que apoya a su Gobierno.
“Necesitamos asegurar que no se hace nada que saque a Irlanda del Norte del resto de Estados Unidos”, dijo May a periodistas después de que Tusk se reuniera con ella.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, dijo que la UE no podía ceder en sus demandas y rechazó la especulación de que otros países se vieran tentados a esquivar el asunto irlandés hasta más adelante, aunque también dijo que pensaba que habrá un acuerdo.

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