MÉXICO.- Para
alimentar los 10.000 millones de personas que poblarán la Tierra en
2050 se deberá aumentar la producción de comida un 50 % pero reducir las
emisiones de carbono per cápita hasta el 25 % para garantizar la
sostenibilidad del planeta, advirtió hoy el experto René Castro.
El
subdirector general del Departamento de Clima, Biodiversidad, Tierras y
Aguas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y
la Agricultura (FAO) expuso hoy en entrevista telefónica que para lograr
este equilibrio entre medioambiente y alimentación debe implementarse
una agricultura inteligente.
Según
el especialista en Economía Ambiental, este formato agroalimentario se
basa en transformar la visión del trabajo tanto en fincas pequeñas como
en los grandes ranchos.
Estos
espacios pueden hacerse sustentables si se aplican técnicas que mejoren
la eficiencia en el uso del agua y el uso de fertilizantes
biodegradables.
La
agricultura inteligente también plantea usar drones para monitoreo en
estos lugares y establecer una siembra de precisión, que se traduzca en
tierras más productivas y con una biodiversidad mejor conservada.
"La
tecnología para cumplir estos objetivos ya existe", aseguró, agregando
que los programas piloto de este tipo de fincas ya están probados.
Sin embargo, lamentó el hecho de que falten voces y recursos económicos para su proliferación en Latinoamérica.
"Requerimos
de mayor equidad en el campo, ya que la riqueza concentrada y el
limitado financiamiento, sumado a la falta de títulos de propiedad del
pequeño campesinado, frenan este tipo de proyectos", mencionó el que
fuese ministro de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones de Costa Rica
de 2011 a 2014.
Por
ello, se está trabajando para que estos países puedan adoptar medidas
frente a las afectaciones futuras del cambio climático en los cultivos.
"Esto
incluye hacer posible que las familias más pobres produzcan alimentos
mientras adoptan sistemas de bajas emisiones y desarrollan su
resiliencia frente al cambio climático", señaló el funcionario de la
FAO.
Según
datos de este organismo internacional, la ganadería consume la mitad de
los insumos que producen las cosechas mundiales, mientras que la
agricultura utiliza el 70 % del agua dulce que está al alcance del
hombre.
Las
malas prácticas agrícolas provocan que en el mundo se pierdan de forma
anual 1,5 millones de hectáreas que dejan de ser productivas y comienzan
a degradarse.
Pese
a ello, según el experto, el planeta está registrando una disminución
de la deforestación, a excepción de las naciones que se ubican en el
trópico, donde esta situación continúa y se relaciona con la pobreza que
presentan muchas de sus comunidades.
En
este sentido, destacó el trabajo que realizan México, Brasil, Costa
Rica, Chile y Argentina en la preservación de sus bosques.
Indicó
que "los mexicanos han logrado, pese a todos sus conflictos, revertir
los problemas de deforestación, siendo de los pocos países del trópico
en no presentar aumentos en este sector".
"México es de esas naciones que ha rotó el mito que no pueden convivir la agricultura y los bosques", observó.
Según
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la
pérdida promedio de superficie forestal en México disminuyó un 51 %
entre 1990 y 2015.
En
lo referente a la administración del presidente saliente, Enrique Peña
Nieto, según la entidad, se reforestaron un millón de hectáreas, con una
supervivencia del 64 % de arbolado.
En
cuanto a producción de alimentos, México presentó una producción de 286
millones de toneladas de alimentos en 2017, según la Secretaría de
Agricultura y Ganadería (Sagarpa).
Para
finalizar, Castro resaltó que en México se tiene un sistema de
agricultura sostenible e inteligente que es aplicado desde hace siglos,
en referencia a las chinampas ubicadas en Xochimilco, en el sur de la
capital.
Estas,
a su juicio, logran conservar la biodiversidad y permiten que sus
pobladores cultiven sus alimentos, un modelo de trabajo que calificó de
envidia mundial.
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