MALÉ.- El candidato opositor Ibrahim Mohamed Solih obtuvo una victoria sorpresiva en las presidenciales de Maldivas el domingo, de acuerdo con resultados oficiales.
Cuando apenas faltaban escrutar 27.000 votos Solih
aventajaba por 34.000 sufragios al autoritario presidente Abdulla
Yameen, de acuerdo con resultados oficiales publicados por la prensa
local.
"Hago un llamado a Yameen para que respete la voluntad del
pueblo y logre una transferencia de poder pacífica y sin problemas",
dijo Solih en la televisión nacional poco después de que los resultados
oficiales mostraran que tenía 58 por ciento del voto popular.
El opositor instó asimismo al jefe de estado saliente a liberar de inmediato a decenas de presos políticos.
"El mensaje es alto y claro. La gente quiere justicia y estabilidad, y aseguraremos la responsabilidad", agregó.
Solih
se impone luego de una controvertida campaña que los observadores
dijeron que estaba amañada a favor del actual jefe de Estado de este
archipiélago, constituido por un millar de islas pero con apenas 340.000
habitantes.
El presidente Yameen y Solih votaron en Malé, la
capital, la ciudad más densamente poblada del país, apenas unos minutos
después de la apertura de los colegios electorales.
"Hay mucho
entusiasmo. Los electores hacen cola para votar a pesar del mal tiempo",
declaró Shauna Aminath, militante del Partido Democrático Maldivo (PDM,
oposición).
Si bien las Maldivas evocan lunas de miel y playas paradisíacas, la situación política de este país es menos radiante.
La
víspera de las elecciones, la policía allanó el cuartel general de la
campaña del PDM en Malé e inspeccionó los locales, según un comunicado
de la formación. La policía declaró haber actuado para evitar
"actividades ilegales".
Las principales figuras de la oposición
están o bien entre rejas o bien en el exilio, como el expresidente
Mohamed Nasheed, y la sociedad civil amordazada. Las quejas y presiones
de la comunidad internacional no tuvieron ninguna repercusión.
Nasheed, una figura
destacada de las protestas -que perdió la consulta ante Yameen en 2013
en circunstancias controvertidas— tuvo que renunciar a las
presidenciales debido a una condena, que según la ONU fue motivada
políticamente.
En su ausencia, la alianza de la oposición se
alineó con Solih, un hombre de 54 años poco conocido por los electores.
La prensa pasó por alto su candidatura por miedo a las represalias del
poder.
La mayoría de los periodistas extranjeros no obtuvieron visados. Sólo algunos consiguieron permisos en estos últimos días.
La
oposición denunció la semana pasada el bloqueo a la prensa
internacional y acusó al poder de querer limitar "la observación
independiente de la votación y de los probables intentos del presidente
Yameen de robarla".
La represión aumentó
todavía más a principios de 2018, cuando el presidente impuso 45 días de
estado de emergencia, en oposición a una decisión de la Corte Suprema
que anulaba las condenas judiciales de opositores.
La alta magistratura se retractó finalmente de su decisión. Un "ataque en toda regla contra la democracia", según la ONU.
Durante un discurso de campaña, el sábado, Abdulla Yameen
dijo que se enfrentó a "enormes obstáculos en la dirección de la nación"
y consideró que había afrontado "los desafíos con resiliencia".
El
viernes, el expresidente Nasheed dijo durante una rueda de prensa en
Sri Lanka, donde, al igual que en Reino Unido, pasa parte de su tiempo
en el exilio, que "matemáticamente, no es posible que Yameen gane, pues
todos los partidos de la oposición están unidos contra él".
Unas 262.000 electores estaban habilitados para votar. Los resultados se anunciarán el lunes.
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