BEIRUT.- Con la reapertura de un puesto fronterizo clave con Jordania, el
poder sirio apuesta por reactivar su debilitada economía tras siete años
de guerra y espera "normalizar" sus intercambios económicos con sus
vecinos.
El poder de Bashar al Asad arrebató en julio a los rebeldes el paso de Nassib, cerrado durante tres años debido a la guerra.
Su reapertura, el 15 de octubre, permitirá a Siria exportar con más
facilidad y a menor costo productos agrícolas y otras mercancías hacia
los países del Golfo y a Irak, con el que no tiene ningún paso
fronterizo viable y que era el principal mercado para los productos
sirios antes de la guerra.
Damasco puede esperar también una
dinamización de las importaciones y un impulso a las reservas de divisas
gracias a los aranceles.
"Es un paso hacia la reintegración
económica de Siria" y "hacia la normalización con Jordania y la región",
resume Sam Heller, analista de International Crisis Group.
También
es "un golpe duro para los esfuerzos de Estados Unidos por aislar a
Damasco", destaca el experto, señalando una "victoria política para el
gobierno sirio".
Gracias al
apoyo militar del aliado ruso, el régimen encadena las victorias desde
hace casi dos años frente a rebeldes y yihadistas. Actualmente controla
casi dos tercios del país, en guerra desde 2011.
También domina la mitad de los 19 pasos fronterizos con Líbano, Jordania, Turquía e Irak.
Para
el régimen de Al Asad, el tránsito por Nassib permitirá reanudar las
exportaciones sirias hacia el Golfo, "un mercado importante" antes de la
guerra, considera la revista económica en línea Syria Report.
Pero las exportaciones no lograrán alcanzar su nivel previo a la
guerra: "Las capacidades de producción se destruyeron en gran medida",
destaca Syria Report.
Las exportaciones cayeron 92% entre 2011 y
2015, pasando de 7.900 millones de dólares a 631 millones de dólares,
según un informe del Banco Mundial de 2017.
La reapertura del puesto fronterizo de Nassib (llamado Jaber de lado
jordano), era una demanda persistente del entorno empresarial sirio. Por
él transitaban a diario cientos de camiones antes del conflicto.
A
través de Nassib, "las mercancías llegan [a Siria] en un máximo de tres
días", explica Faruk Jud, un barón de la industria agroalimentaria.
En
cambio, la vía marítima es un calvario, dice. "Desde Ammán, las
mercancías se envían a Aqaba [sudoeste] y atraviesan el canal de Suez
hasta las puertas sirias de Tartus y Latakia".
Además,
gracias a los aranceles percibidos con el tránsito de mercancías, la
reapertura de Nassib permitirá a Damasco recuperar una fuente
considerable de divisas extranjeras.
Antes de 2011, los aranceles percibidos en Nassib aportaban miles de
millones de dólares a las arcas públicas, según el diputado sirio Hadi
Sharaf.
Actualmente, sus "reservas de cambio están prácticamente
agotadas", debido al conflicto y las sanciones internacionales, según el
Banco Mundial.
Los exportadores libaneses, para los que Siria es la única ruta
terrestre hacia el Golfo e Irak, se beneficiarán de la reapertura de
Nassib, aumentando así también los ingresos de Damasco.
A largo
plazo, también permitirá relanzar el turismo. En 2010, más de 1,9
millones de jordanos visitaron Siria. En 2016 apenas fueron 15.000.
Tras
el anuncio de la reapertura del puesto fronterizo, la agencia de viajes
jordana JTT Travel and Tourism anunció la reanudación de los viajes en
bus a Damasco con el lema "Quién no siente nostalgia de los lindos días
pasados en Siria".
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