BIRMINGHAM.- Chris Blackburn, director de una empresa transportista, está
considerando gastar casi un millón de libras para tener la oportunidad
de mantener sus camiones en las carreteras europeas si Reino Unido
abandona la UE sin un acuerdo en marzo.
Cumpliendo los estándares de emisiones su flota podría competir por
los 984 permisos anuales de circulación europea asignados a los camiones
británicos el próximo año.
La competencia será feroz. Unos
38.000 camiones británicos conducen habitualmente en la UE y, si no hay
un acuerdo para el Brexit, solo podrán continuar los que tengan permiso.
La pertenencia británica a la UE significaba que nunca antes habían
necesitado el permiso.
Incluso si Blackburn logra los fondos
necesarios, no hay garantía de que el Gobierno considerará que su
negocio —trasladar equipos industriales y de construcción— es lo
suficientemente importante como para otorgarle permisos.
Perder
el acceso supondría una gran presión para su firma familiar, Chambers
& Cook, fundada hace 93 años y con unos ingresos anuales de
alrededor de 20 millones de libras.
Con apenas cinco meses para
la salida, Reino Unido aún tiene que acordar los términos de la
separación y las empresas aún no saben cómo comerciarán con el bloque
comercial más grande del mundo.
La difícil situación de Blackburn
destaca la incertidumbre de una industria que mueve bienes por
alrededor de 420.000 millones de libras entre Reino Unido y Europa cada
año y de la que dependen fabricantes, minoristas e incluso músicos.
“Si
no me dan ningún permiso, o me dan muy pocos, sería catastrófico”, dijo
el empresario de 53 años en la sede de su empresa, en Birmingham.
“Es una apuesta. El coste es enorme”.
Muchas
empresas se están preparando para el peor escenario: una salida
desordenada donde los nuevos controles de aduanas retrasen el movimiento
de las mercancías, provocando embotellamientos y destruyendo las
cadenas de suministro transfronterizas.
Para
la industria del transporte, significaría tener que solicitar permisos y
carnés de conducir internacionales, aumentar el espacio de
almacenamiento en Reino Unido y Europa, ampliar las capacidades
aduaneras y contemplar la matriculación de vehículos en Europa.
También
se están probando diferentes puertos en caso de que Dover, la principal
puerta de entrada de Reino Unido hacia Europa, se paralice, retrasando
el movimiento diario de hasta 16.000 camiones.
Según los planes
del Gobierno, dos autopistas y un aeropuerto en el sur de Inglaterra se
utilizarán como aparcamientos si es necesario.
“Cada hora que un
vehículo está parado cuesta 50 libras porque no está rentando”, dijoRichard Burnett, director ejecutivo de la Asociación de
Transporte de Carreteras. “En unas cuantas semanas veríamos empresas en
quiebra”.
El Gobierno dice que confía en lograr un acuerdo, pero
insta a la industria a prepararse para usar los permisos. También
tratará de firmar nuevos acuerdos bilaterales lo antes posible si fuera
necesario.
Para Blackburn, la prioridad es
que su empresa esté lista para obtener la mayor cantidad de permisos
posible, de modo que después pueda hacer malabarismos con sus recursos
y, por ejemplo, un conductor que vuelva de Europa le pase el permiso a
uno que sale del Reino Unido en dirección al continente.
Las
autorizaciones anuales CEMT (Conferencia Europea de Ministros de
Transportes) las emite el Foro Internacional de Transporte y permiten
viajar en 43 países, incluidos Rusia, Turquía, Albania y Armenia y los
estados miembros de la UE.
Los permisos anuales, solo para
camiones que cumplen con los estándares de emisiones Euro 6, rara vez
han sido utilizados por los camiones británicos, ya que normalmente solo
viajan dentro de la UE. Reino Unido los asignará a los transportistas
en función de los bienes y la frecuencia de viaje.
Chambers &
Cook envía hasta 20 camiones al día a Europa, principalmente a través
de Dover, pero también tiene operaciones en el puerto nororiental de
Immingham, que ofrece transporte de mercancías no tripuladas.
El
hecho de que se esté considerando recurrir al puerto de Immingham, más
lento y limitado en capacidad que el rápido procedimiento de carga y
descarga en Dover, pone de relieve el nivel de preocupación en el
sector.
James Colson, que supervisa la planificación de cara al
Brexit de Yusen Logistics y sus 2.000 empleados en el Reino Unido,
podría utilizar Portsmouth y Poole en la costa sur para mercancías
destino a Francia y la Península Ibérica, o Harwich, Hull y Newcastle
para el norte de Europa y Escandinavia.
“Ya están bastante llenos, por lo que estamos empezando ya”, dijo, sobre sus primeras pruebas.
Colson
espera obtener permisos ya que Yusen traslada bienes para grandes
sectores, como el automovilístico, aeroespacial, farmacéutico y
minorista.
A las empresas que operan en áreas más
especializadas les preocupa que su negocio no se considere lo
suficientemente importante para obtener un permiso.
La flota de
camiones negros de Transam Trucking está diseñada para mover escenarios,
pantallas y equipos de sonido que utilizan U2, Elton John y Iron
Maiden.
“Están pensando en las giras del próximo verano y los
clientes están preguntando”, dijo Natasha Highcroft, de
Transam.
Solo 60 de los 150 camiones de Transam cumplen con el
estándar de emisiones Euro 6, así que esto también limitaría el uso de
permisos. El valor de los bienes que mueven, y los reducidos plazos,
significa que no podrían hacer envíos no tripulados.
David Rogers
y su empresa familiar EM Rogers transportan automóviles por toda Europa
para realizar pruebas. Confía en que su negocio se considere una
prioridad debido al papel importante de Reino Unido en la cadena
automovilística mundial, aunque no hay nada claro.
“Es aterrador”, dijo.
“No hay mucha gente que pueda hacer lo que estamos haciendo”.
Rogers
tiene una sociedad en Países Bajos y podría aumentar el número de
camiones registrados allí, pero esta no es una opción disponible para
muchos.
La
alarma llega al sector en un momento difícil, ya que muchas empresas
británicas dicen que han estado compitiendo con empresas europeas con
mano de obra y diésel más baratos.
Los partidarios de abandonar
la UE siempre han reconocido que podría causar trastornos a corto plazo,
pero dicen que, en última instancia, Reino Unido se liberará de la
burocracia y podrá comerciar más ampliamente. Una encuesta realizada
entre camioneros antes del referéndum de 2016 mostraba un apoyo
mayoritario al Brexit.
Blackburn, rodeado de fotografías que
muestran los camiones de Chambers & Cook de los años 60 y 70, dijo
que no podía entender por qué los políticos tardaban tanto en llegar a
un acuerdo.
“Han tenido mucho tiempo y no han logrado nada”,
dijo. “Como parece que hay una posibilidad significativa de que no haya
acuerdo, nuestro plan actual es asumir que eso es lo que va a pasar”.
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