NUEVA YORK.- Existe
un beneficio inesperado producto del auge de la extracción de metales
para baterías: elevará la producción de escandio, un elemento poco
conocido cuya prolongada promesa de transformar la fabricación de
aviones y automóviles se había estancado por la falta de oferta.
El
metal blanco plateado, encontrado en mayores concentraciones en rocas
lunares que en la Tierra, se puede agregar al aluminio para formar
aleaciones más ligeras, fuertes y dúctiles. Pueden reducir
considerablemente el peso de las piezas para aviones, automóviles o
barcos y facilitar el ahorro de costos de combustibles.
"Es
el elemento de refuerzo más potente que se pueda añadir al aluminio",
señaló John Carr, vicepresidente de desarrollo de negocios y marketing
de escandio de Clean TeQ, firma australiana que desarrolla una mina que
producirá el metal, además de cobalto y níquel, para el sector de
baterías.
"La razón por la que el escandio es tan interesante es que si
lo agregas en cantidades muy pequeñas, tiene un impacto increíble".
El
gran problema ha sido la falta de oferta, lo que está cambiando con la
llegada de nuevas minas que extraerán escandio como parte del proceso de
producción del cobalto y níquel necesario para fabricar baterías de
iones de litio.
Extraer los tres materiales de un solo depósito, en
lugar de centrarse solo en producir escandio, representa una ventaja
económica.
"Se extrae junto al cobalto y el níquel por el mismo precio",
comentó Carr. "El costo de producción es significativamente menor".
Varias
industrias conocen los posibles beneficios, en pequeña escala.
Aleaciones que utilizan escandio se desarrollaron en la década de 1960 y
se han utilizado en aviones de combate rusos Mig y bates de beisbol.
En
la actualidad, el material se emplea principalmente al fabricar pilas
de combustible de óxido sólido, que se usan para suministrar energía
ininterrumpida a hospitales y centros de datos, y también en la
impresión en 3D.
Su
adopción más amplia ha sido más difícil y el sector enfrenta un dilema:
la producción mundial era demasiado pequeña para dar a sus posibles
usuarios, como las empresas del sector aeroespacial, confianza de que
habría una oferta fiable a largo plazo, un factor que además ha
mantenido los precios elevados. Sin certeza sobre la demanda, los
productores no han podido comprometerse a desarrollar operaciones. Eso
está cambiando.
La japonesa Sumitomo Metal Mining inicia la etapa de
producción en Filipinas, mientras que Rusal, gigante rusa del aluminio,
analiza planes tendientes a incorporar la extracción de escandio tras
efectuar pruebas el año pasado en una de sus fundiciones.
En
Australia, la mina Sunrise de Clean TeQ comenzará a operar en 2021,
mientras que Australian Mines y Scandium International Mining aparecen
entre las firmas que también desarrollan activos. NioCorp, minera de
Colorado, desarrolla una mina en Nebraska.
“A
medida que entra en operaciones nueva oferta parte de la demanda
latente se destrabará,” afirmó Will Ayre, consultor londinense de CRU
Group.
“La industria aeroespacial es uno de los sectores lógicos donde
el consumo de escandio podría aumentar dramáticamente. Reducciones
minúsculas del peso de los aviones pueden llevar a una baja considerable
de los costos de combustibles".
El
mercado actual de óxido de escandio es cerca de 15 a 20 toneladas
anuales y si la industria aérea reemplaza el 30% del consumo de aluminio
por aleaciones de aluminio y escandio la demanda podría subir a 80
toneladas al año, según Ayre.
La
adopción por parte del sector automotor marcaría un cambio
significativo, de acuerdo con CRU. El uso de aleaciones de escandio para
sustituir incluso un pequeño porcentaje del aluminio utilizado en
vehículos requeriría enormes volúmenes, lo que podría elevar la demanda a
más de 1.800 toneladas para 2035, muy por sobre la capacidad de los
proyectos previstos actualmente. Es más probable que el uso de escandio
en autos se limite a algunos vehículos de lujo, precisó Ayre.
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