LONDRES.- Cuando
Theresa May promovió en julio a un abogado poco conocido partidario del
brexit para que fuera fiscal general, esperaba que fuera el hombre
adecuado para enfrentar las complejidades legales de las conversaciones
de divorcio del Reino Unido con la Unión Europea.
Desafortunadamente
para la primera ministra, y sus posibilidades de lograr un acuerdo
sobre el brexit, Geoffrey Cox está demostrando ser demasiado bueno en su
trabajo.
El
principal funcionario legal del gobierno ahora encabeza la revuelta a
favor del brexit dentro del gabinete de May, según personas
familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato.
Con detalles legales precisos, Cox –de 58 años– advirtió a sus colegas
de no ceder a las demandas de la UE sobre el futuro de la frontera con
Irlanda del Norte, el punto principal de desacuerdo en las
negociaciones.
Su
intervención fue tan decisiva en la reunión del gabinete del martes que
condujo a una pelea furiosa y frenó las conversaciones sobre el brexit,
al dividir la posición del Reino Unidos sobre qué hacer a continuación.
Los negociadores se están quedando sin tiempo para lograr un acuerdo y
ratificarlo en el Parlamento Europeo y en el británico.
El
Reino Unido abandonará automáticamente el bloque, con o sin acuerdo, el
29 de marzo de 2019. Si no se llega a un acuerdo por el divorcio, las
empresas enfrentarán una interrupción generalizada debido a una división
dura y caótica, porque el período de transición de 21 meses para
amortiguar el impacto del brexit no entraría en vigor.
El
avance ahora depende de si se puede alcanzar una concesión aceptable
para la frontera irlandesa. Ambas partes dicen que quieren un texto
legal clave, conocido como backstop, para garantizar que no habrá
necesidad de controles aduaneros sobre las mercancías que cruzan la
frontera irlandesa desde Irlanda del Norte.
Una
persona familiarizada con las discusiones del gabinete señaló que los
ministros más importantes de May estaban divididos en "la pandilla de
Geoffrey Cox" y los ministros a favor de la UE, incluido el ministro
adjunto David Lidington, quien se está alineando con la primera ministra
y está tratando de darle margen de maniobra para otorgar concesiones
sobre el asunto.
Una
persona dijo que Cox es "seguro, es bueno para hablar en público y
debatir", mientras que otra argumentó que sus intervenciones "enérgicas"
habían cambiado el debate del gabinete sobre el brexit.
Las
últimas dos semanas, Cox ha presentado argumentos cruciales en dos
reuniones del gabinete, advirtiendo que el Reino Unido corre el riesgo
de quedar atrapado para siempre en el llamado backstop de Irlanda
propuesto por la UE debido a la naturaleza del tratado que se propone.
Cox
argumentó que, si bien los tratados normales pueden modificarse con el
tiempo, el tipo de garantía poderosa prevista para el backstop dejaría
al Reino Unido prácticamente imposibilitado de salir de los acuerdos,
según tres personas familiarizadas con el debate.
May
estaría a punto de firmar un plan que permitiría al Reino Unido
permanecer en el régimen aduanero de la UE para evitar la necesidad de
controles en la frontera irlandesa. Fundamentalmente, este acuerdo no
tendría una fecha de término, y ahora hay discusiones en curso sobre si
otro mecanismo propuesto para permitir que el Reino Unido abandone el
backstop podría ser viable en algún momento.
Para
los conservadores partidarios del brexit –incluidos Cox; el secretario
de Comercio Internacional, Liam Fox; y el secretario de Medio Ambiente,
Michael Gove–, liberarse de las reglas aduaneras de la UE a largo plazo
es una ventaja clave para dejar el bloque. Sólo si el Reino Unido está
totalmente fuera de la unión aduanera de la UE podrá lograr acuerdos de
libre comercio con países de otras partes del mundo, argumentan.
Esto
deja a May en un aprieto. Ella necesita poder hacer concesiones para
asegurar un acuerdo con la UE, pero el hecho que ella ignore el consejo
legal del fiscal general tendría repercusiones políticas y
constitucionales. Después de las dos últimas reuniones del gabinete, las
palabras de advertencia de Cox ahora están escritas en las actas
oficiales y, como tal, son un asunto de registros del gobierno.
En
febrero de 2016, Cox anunció que haría campaña para abandonar la UE
"después de años y meses de lucha con mi conciencia" y los argumentos en
conflicto a favor y en contra de la membresía de Gran Bretaña en el
bloque. "No debemos tener miedo de reanudar el control total sobre el
gobierno de nuestro país", dijo en ese momento.
"Está claro que nuestros
socios no están dispuestos a hacer los ajustes necesarios para abordar
los problemas fundamentales y profundamente arraigados de la Unión
Europea".
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