BRUSELAS.- El ministro francés de Economía,
Bruno Le Maire, pidió hoy al Parlamento Europeo (PE) ayuda para
convencer a la ciudadanía de la necesidad del impuesto europeo a los
gigantes digitales para defender los intereses económicos de la Unión
Europea frente a otras potencias.
"Dejemos de lado la
Europa de la discusión, pongamos por delante, frente al aumento de los
extremismos, la Europa de la decisión, que afirme su soberanía económica
y se muestre capaz de defender sus intereses económicos propios", apeló
Le Maire a los eurodiputados de la comisión de Asuntos Económicos y la
de Delitos Financieros y Evasión Fiscal.
Le Maire llamó a la Eurocámara a "convencer" a sus
Estados y la opinión pública de la necesidad de aprobar la propuesta
comunitaria de este impuesto, que prevé gravar la facturación de las
grandes empresas de Internet por ciertos servicios para equiparar su
contribución fiscal a la de las empresas tradicionales.
La tasa sería temporal, tendría un tipo del 3 % y afectaría a ciertas
compañías con más de 750 millones de euros de facturación mundial,
gigantes que hoy pagan de media un 9 % en impuesto de sociedades en la
UE mientras que las tradicionales abonan un 23 % aun con menos
beneficios, recordó Le Maire.
El ministro galo
esgrimió el "apoyo" que a su juicio suscita la medida en la ciudadanía y
dijo que esta "no comprende" que no se haya aprobado ya, por lo que
defendió la importancia de tomar decisiones en vísperas de las
elecciones europeas de 2019.
Asimismo, consideró que
la UE debe defender sus intereses frente a Estados Unidos o China y
asumir un papel de liderazgo económico, protegiendo su propio mercado
interior.
Abogó también por introducir la solución
europea sin esperar a que haya una propuesta internacional en la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y
consideró que esto aceleraría el trabajo global.
Asimismo defendió que la medida no genera "un problema importante" para
el Gobierno de Estados Unidos, aun cuando la mayoría de estas compañías
proceden del país.
Le Maire explicó que la propuesta
impulsada por su país en 2017, que contó entonces con respaldo de diez
Estados, ha ganado apoyos incluso entre Estados tradicionalmente
escépticos como Luxemburgo, Holanda o Bélgica, y también del grupo de
Visegrado (Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa), pero admitió
que carece de la unanimidad imprescindible para aprobarla.
"Digamos que los del sur están a favor mientras que los del norte son
algo más frioleros", afirmó el ministro francés, quien solo nombró a
Irlanda entre los reticentes y destacó que en España se introducirá el
impuesto ya en 2019, mientras que Italia también lo tiene previsto.
El presidente de la comisión de Asuntos Económicos mostró el apoyo
parlamentario al ministro y subrayó que sería "un escándalo no actuar
adecuadamente" a nivel comunitario.
No obstante, como recordaron algunos eurodiputados, el escollo a la medida no está en la Eurocámara sino en las capitales.
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