BRUSELAS.- La Unión Europea firmó hoy un acuerdo de libre comercio con Singapur en una
cumbre con líderes asiáticos de este viernes y presionó a China para que
permita una mayor inversión extranjera en su economía, pero se encontró
con la usual resistencia de Pekín en lo referente a subsidios estatales.
En un encuentro bienal entre Europa y Asia que reúne a líderes que
representan el 65 por ciento de la producción económica mundial,
Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y la Comisión Europea sostuvieron
reuniones privadas con el primer ministro chino Li Keqiang,
esperanzados en un mayor acceso de las empresas de la UE al mercado del
gigante asiático.
Cuando se le preguntó sobre las prácticas
comerciales chinas, el canciller de Austria, Sebastian Kurz, dijo a
periodistas después de la cumbre que Europa esperaba que se respetaran
las reglas y que quería reformas de la Organización Mundial de Comercio.
“Cuando encontramos proteccionismo, lo rechazamos. El libre
comercio siempre debe ser justo, equitativo y basado en reglas. Eso va
en ambas direcciones”, dijo.
Li dijo a la primera ministra
Theresa May que “está ansioso por iniciar una era brillante” tras su
reunión bilateral, de acuerdo a un comunicado del Gobierno británico.
En
una señal del enorme papel de China, Li encabezó al grupo de líderes
europeos y asiáticos a lo largo de la alfombra roja de la cumbre y se
colocó en el centro para una foto, junto a la canciller alemana, Angela
Merkel, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
China
promete desde hace años reducir las restricciones a la inversión
extranjera, pero los gobiernos occidentales dicen que poco ha cambiado y
muchos temen que Pekín se esté dirigiendo hacia un mayor control
estatal con su presidente Xi Jinping.
El gigante asiático
restringe la inversión extranjera más que la UE en todos los sectores,
excepto los bienes raíces, según un informe de la consultora Rhodium
Group.
China si pareció ganarse algo de simpatía por los
aranceles que el Gobierno de Estados Unidos impuso a importaciones de
productos valorados en miles de millones de dólares.
El primer
ministro de Rusia, Dmitry Medvedev -quien visitó Bruselas por negocios
oficiales por primera vez desde que su país anexó Crimea en 2014- dijo
antes sus pares: “En esta mesa están los líderes de países que han
experimentado las marcas de esas guerras comerciales. Y eso es,
probablemente, lo más triste que está sucediendo ahora”.
El
comunicado final de la cumbre omitió un llamado para poner fin a las
distorsiones comerciales provocadas por gobiernos que los funcionarios
de la UE habían esperado.
La
cumbre terminó hoy viernes con la UE firmando un acuerdo con el primer
ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, tras un proceso de ocho años. Las
negociaciones finalizaron en 2014, pero a medida que crecían las
protestas contra otros acuerdos comerciales, como el planeado con
Estados Unidos, el pacto se envió al Tribunal de Justicia Europeo para
su aprobación.
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