NUEVA YORK.- Las
acciones estadounidenses bajaron conforme los inversionistas evaluaron
el grupo más reciente de resultados de empresas y las pugnas
geopolíticas antes del fin de semana. El dólar se debilitó y el petróleo
subió.
El
índice S&P 500 terminó la semana prácticamente sin cambios,
manteniéndose cerca de su precio promedio de los últimos 200 días.
Al
comenzar la jornada logró una ganancia de más de 1% por la fortaleza de
algunos resultados de empresas, pero perdió lo avanzado a medida que
aumentaba la inquietud de los inversionistas por la posibilidad de que
los aranceles afecten cada vez más a los márgenes de utilidades.
Honeywell advirtió sobre el tema durante una teleconferencia, lo que
hizo caer las acciones de Boeing y Caterpillar.
Las
fluctuaciones coronaron una semana ajetreada en la que las acciones
acumularon su mayor repunte desde marzo para luego descender casi un
1,5% dos días después. Los papeles de firmas tecnológicas permanecieron
bajo presión y los índices Nasdaq bajaron el viernes por tercer día
consecutivo.
Una
nueva alza de rendimientos de los bonos del Tesoro (el instrumento a 10
años bordeó nuevamente el 3,2%) añadió presión a las acciones, aunque
aquellas del sector bancario se beneficiaron.
El dólar se desplomó
frente a sus pares principales. El petróleo devolvió lo ganado luego de
que el presidente de la Reserva Federal, Raphael Bostic, señalara que el
conflicto entre Arabia Saudita y EE.UU. plantea un riesgo geopolítico.
Esta
semana fue una montaña rusa para los mercados al tiempo que los
inversionistas analizaron los dispares resultados de empresas para ver
si la actual guerra comercial y el aumento de las tasas están
perjudicando a las utilidades.
Informes que señalan que el presidente
chino, Xi Jinping, y su homólogo, Donald Trump, se reunirán en noviembre
aliviaron las inquietudes en las primeras horas del viernes, aunque
luego aumentaron por el posible impacto de los aranceles chinos.
A esto
se suma la incertidumbre en torno a la desaparición de un periodista
saudí, el brexit y el drama presupuestario italiano.
Por
otra parte, los bonos italianos fueron un lastre para la deuda europea
en medio de la crisis de deuda del país, mientras que la desaceleración
del crecimiento chino sumó a la preocupación por la insuficiente firmeza
de la economía mundial.
La libra subió tras conocerse que la primera
ministra del Reino Unido, Theresa May, estaría dispuesta a eliminar una
demanda clave en las conversaciones del brexit.
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