WASHINGTON.- La
temporada de informes de resultados está en proceso, y los analistas
están ansiosos por escuchar a los ejecutivos sobre cómo la guerra
comercial entre Estados Unidos y China está afectando sus negocios. Un
tema común es que están listos para trasladar las cadenas de suministro
si el costo de importación de los productos chinos se vuelve
prohibitivo.
El
presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso en septiembre un arancel del
10 por ciento a US$200.000 millones en importaciones chinas -- tras una
ronda anterior de aranceles a 50.000 millones de dólares en bienes -- y
prometió elevar el impuesto al 25 por ciento en enero. También ha
amenazado con aplicar el gravamen a todos los productos importados de
China, un monto que totalizó 531.000 millones en los 12 meses hasta
agosto, según los últimos datos del Departamento de Comercio de EE.UU.
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