RÍO DE JANEIRO.- El presidente electo de Brasil, Jair
Bolsonaro, afirmó hoy que se reunirá la próxima semana con el embajador
de China en Brasilia, Li Jinzhang, debido a que espera que su Gobierno
pueda tener negocios con todos los países del mundo sin distinción
ideológica.
"La próxima semana me reuniré con el
embajador de China. Quiero seguir haciendo negocios con todo el mundo
sin distinción ideológica", afirmó el diputado ultraderechista, que se
ha caracterizado por sus enérgicas críticas al comunismo, en una rueda
de prensa y al ser consultado sobre sus contactos con algunos
diplomáticos en los últimos días.
Bolsonaro aseguró que las reuniones que tuvo este
miércoles en Río de Janeiro con los embajadores de Estados Unidos y
España se limitaron a "conversaciones protocolarias" de una fase que
calificó como "luna de miel".
Pero aprovechó para
mencionar a China para despejar las dudas sobre si en su Gobierno, que
asumirá el 1 de enero próximo, Brasil puede alejarse del gigante
asiático, que es actualmente su mayor socio comercial, tanto como
destino de exportaciones como fuente de importaciones.
Las dudas obedecen a que durante la campaña electoral Bolsonaro, un
crítico de todos los regímenes de izquierda, especialmente de Venezuela y
Cuba, describió a China como un predador que quiere dominar sectores
estratégicos de la economía brasileña.
Bolsonaro citó
su reunión con el embajador de China pocas horas después de que, en un
duro editorial, el diario estatal China Daily alertara al brasileño
sobre los costos económicos que Brasil puede sufrir en caso de que su
presidente decida actuar como un (Donald) "Trump tropical" y rompa sus
pactos económicos con Pekín.
El diario afirmó que
Bolsonaro fue "menos que amigable" en relación a China durante la
campaña y que "el costo económico puede ser duro para la economía
brasileña, que acaba de salir de la peor recesión en su historia".
China es el mayor socio comercial de Brasil desde 2009, cuando desplazó de ese puesto a Estados Unidos.
Brasil exportó el año pasado 47.490 millones de dólares a China e
importó 27.320 millones de dólares del país asiático, con lo que terminó
2017 con un superávit de 20.170 millones de dólares frente a su
principal socio comercial.
De enero a julio de este
año las exportaciones brasileñas a China ya sumaban 36.000 millones de
dólares y las importaciones 19.000 millones de dólares.
En cuanto a las inversiones, según datos del Consejo Empresarial
Brasil-China, las empresas chinas, principalmente estatales, invirtieron
en Brasil el año pasado 20.900 millones de dólares, el mayor valor
desde 2003, cuando el flujo comenzó con fuerza.
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