WASHINGTON.- El presidente de EE.UU., Donald
Trump, insistió hoy en que no permitirá la entrada de la caravana de
migrantes centroamericanos al país y anunció que prepara un plan para
limitar las opciones de solicitud de asilo en la frontera.
"Con este plan, los migrantes ilegales no podrán obtener nunca más un
pase gratis a nuestro país realizando reclamos sin mérito al pedir
asilo. En cambio, los migrantes que buscan asilo tendrán que presentarse
legalmente en los puertos de acceso", dijo el mandatario en una rueda
de prensa en la Casa Blanca.
"Mi Administración -agregó- está finalizando un plan para acabar con el abuso desenfrenado de nuestro sistema de asilo".
El presidente, que no dio detalles del plan, comentó también que su
Gobierno está trabajando en una orden ejecutiva para abordar este asunto
y que espera presentarla la próxima semana, en la que tendrán lugar las
elecciones legislativas de mitad de mandato.
Según
el mandatario, los inmigrantes clandestinos que acceden por zonas no
autorizadas recurren a pedir asilo a los agentes fronterizos con objeto
de no ser expulsados del país y de al menos permanecer en él mientras se
resuelven sus casos migratorios.
El gobernante
advirtió de que a los inmigrantes que sean detenidos no se les dejará en
libertad mientras se ven sus casos, sino que estarán arrestados hasta
su deportación.
Trump reiteró durante la rueda de
prensa que los integrantes de las caravanas de migrantes que cruzan
México para llegar a EE.UU. no accederán al país y que los que entren
ilegalmente serán devueltos.
"A esta caravana ilegal
no se le permitirá la entrada en EE.UU. y se deberían dar la vuelta
ahora porque están malgastando su tiempo", aseveró el mandatario en la
comparecencia, en la que también señaló que estos migrantes no son
"solicitantes de asilo legítimos".
El anuncio de
Trump se produce en vísperas de las elecciones legislativas de medio
mandato que se celebrarán el próximo martes, ante las cuales ha
endurecido su discurso antiinmigración con el envío de tropas a la
frontera sur y con amenazas de eliminar el derecho a la ciudadanía para
los hijos de migrantes nacidos en EE.UU.
El Gobierno
estadounidense había informado en octubre que rebajará el cupo de
refugiados de 45.000 a 30.000 para el próximo año fiscal 2019, el número
de admisiones de refugiados más bajo desde 1980.
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