lunes, 5 de noviembre de 2018

EEUU promete ser "implacable" con el desafiante Irán

WASHINGTON.- Estados Unidos advirtió el lunes que será "implacable" en la aplicación de sus sanciones a los sectores petrolero y financiero de Irán, que ya advirtió que se plantará con firmeza ante el "hostigamiento" de Washington.

En medio de críticas internacionales por su acción unilateral, el gobierno del presidente Donald Trump exceptuó sin embargo a ocho países de su demanda de no comprar petróleo iraní, la mayor exportación de ese país.
Seis meses después de haber retirado a Estados Unidos del acuerdo nuclear firmado en 2015, el secretario de Estado Mike Pompeo dijo que la meta de Washington era que Teherán diera un "giro de 180 grados" y abandonara "su rumbo revolucionario".
Aunque no exigió un cambio de régimen, Pompeo reiteró que Irán debe terminar con políticas que tienen su raíz en la revolución islámica de 1979 y que incluyen el apoyo a fuerzas como la milicia islámica Hezbollah y el desarrollo de misiles.
"Tenemos esperanzas de que un acuerdo con Irán es posible, pero hasta que Irán no haga los 12 cambios que pedimos en mayo, seremos implacables en la presión al régimen", expresó Pompeo.
Las sanciones entraron en vigor al cumplirse el 39° aniversario de la toma de la embajada estadounidense en Teherán tras el triunfo de la Revolución islámica. Pompeo afirmó que Estados Unidos procura "privar al régimen iraní de fondos que utiliza para financiar actividades violentas en Oriente Medio y en todo el mundo".
Inspectores de las Naciones Unidas dicen que Irán se atiene a un acuerdo alcanzado por Barack Obama, antecesor de Trump, para frenar el programa nuclear de Teherán. Ese acuerdo fue respaldado por potencias europeas, Rusia y China y avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, se plantó desafiante.
"Orgullosamente eludiremos vuestras sanciones ilegales e injustas porque están en contra de las normas internacionales", dijo.
"Estamos en situación de guerra económica y nos enfrentamos a un poder de intimidación. No creo que en la historia estadounidense haya habido hasta ahora alguien en la Casa Blanca que contravenga de esta manera el derecho y las convenciones internacionales", agregó
Desde su llegada al poder en enero de 2017, Trump considera el acuerdo nuclear una aberración y aplica una política hostil hacia Irán. En agosto ya le impuso una primera ronda de sanciones económicas.
En uno de los bazares de Teherán había ansiedad por el futuro del país.
"La sombra de las sanciones ya ha afectado a la economía en forma desastrosa. El poder de compra de la gente ha caído en picada", dijo Ehsan Attar en una tienda de hierbas medicinales.
Rouhani señaló que cuatro países le ofrecieron en setiembre mediar con EEUU pero dijo que rehusó esas ofertas.
"No hay necesidad de mediación. No hay necesidad de esos mensajes. Actúen de acuerdo a los compromisos y nos sentaremos y hablaremos", dijo.
Empero el ministro iraní de Exteriores, Javad Zarif, dijo al diario USA Today del lunes, que su gobierno consideraría nuevas gestiones diplomáticas si hay un "nuevo enfoque" de Washington.
La última salva de sanciones estadounidenses apunta a derribar las exportaciones iraníes de crudo -que ya habían caído a un millón de barriles diarios desde mayo- e impedirle acceder a financiamiento de bancos extranjeros.
El sistema internacional de transferencias financieras SWIFT anunció este lunes que ocho bancos iraníes fueron suspendidos de ese servicio.
Si bien Estados Unidos prohibió toda cooperación nuclear con Irán, estableció tres excepciones para programas nucleares de Irán con fines civiles.
EL FMI estima que las sanciones le causarán a Irán una contracción económica de 1,5% este año y de 3,6% en 2019.
Ya antes de la sanciones la economía Irán estaba azotada por grandes problemas; entre ellos corrupción generalizada, débiles inversiones y un sector financiero cargado de activos tóxicos.
Estados Unidos eximió a ocho países de la prohibición de comprar crudo iraní: China, India, Italia, Grecia, Corea del Sur, Japón, Taiwán y Turquía.
El primer mercado del petróleo iraní es China, seguido de la Unión Europea, de India y Turquía. Japón y Corea del Sur redujeron sus importaciones casi a cero.
Pompeo dijo que esos países demostraron que redujeron sus compras a Irán y que Estados Unidos reconoce circunstancias especiales así como la necesidad de no perjudicar a los mercados.
Una notable excepción fue Irak. Si se hubiera eximido a ese país, sería muy sencillo a Irán mezclar su producción de crudo con la de su vecino y venderla en los mercados internacionales, apuntaron analistas.
Los otros signatarios del acuerdo nuclear, Gran Bretaña. Francia, Alemania, China y Rusia se opusieron en forma vehemente a las sanciones de Estados Unidos y abogaron por mantener con vida ese plan.
Los únicos apoyos a Estados Unidos fueron los de dos rivales de Irán: Arabia Saudí e Israel. El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu calificó de "día histórico" el anuncio de EEUU.
Las medidas afectarán directamente a empresas asiáticas o europeas que continúen importando petróleo de Teherán, o mantengan relaciones comerciales con bancos iraníes.
La Unión Europea adoptó mecanismos para permitir que sus multinacionales permanezcan en Irán, pero todo indica que las sanciones tendrán un efecto de disuasión.
La aeroconstructora Airbus y la energética Total anunciaron su retirada y los fabricantes europeos de automóviles Daimler y PSA ya han abandonado Irán.

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