PARÍS.- Las sanciones de Estados
Unidos contra los importadores de petróleo iraní pueden desestabilizar
un mercado en precario equilibrio y provocar una disparada de los
precios del crudo, bajo la atenta mirada de Arabia Saudita.
En las
próximas semanas, el mercado se centrará por completo en las
exportaciones de Irán, en la cuestión de saber si el país hace trampas o
si la producción decae", considera Riccardo Fabiani, analista de Energy
Aspects.
A partir del
lunes, Estados Unidos sancionará a los compradores de petróleo iraní
para privar a Teherán de su principal fuente de ingresos.
El oro
negro es crucial para la tesorería de Irán, pero ese país, tercer mayor
productor de la Organización de País Exportadores de Petróleo (OPEP), es
también uno de los pilares del mercado mundial.
En abril, el país
exportó el equivalente de 2,5 millones de barriles por día, antes de
que los compradores empezasen a evitarlo debido al anuncio de sanciones.
"Incluso
si Estados Unidos acuerda exenciones, Washington pedirá que el volumen
que se importa de Irán baje considerablemente", señala Giovanni
Staunovo, analista de UBS que prevé por lo tanto un alza de precios.
Sin
embargo, los precios del petróleo perdieron casi 15 dólares en menos de
un mes, tras haber alcanzado a principios de octubre su nivel más alto
desde hace dos años y medio con un barril de Brent a más de 85 dólares.
Una
parte de la explicación está en la postura ambigua de Estados Unidos,
que tras haber afirmado que el objetivo de las sanciones era reducir las
exportaciones a cero barriles suavizó su posición.
La
administración estadounidenses acordó exenciones a ocho país, anunció el
viernes el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, sin citar
cuáles.
Los analistas consideraban que India, uno de los principales importadores mundiales, estaría en la lista.
"India
explicó a Estados Unidos que no podía cesar sus importaciones antes de
marzo, en un momento en que se enfrenta a una grave crisis monetaria"
que hunde su poder adquisitivo, afirma Joel Hancock, analista de
Natixis. El petróleo iraní es más barato y mejor adaptado a las
refinerías indias.
Por otra parte, el alza del precio del barril,
y por lo tanto de la gasolina, tiene un efecto negativo en la moral de
los estadounidenses.
"Si los precios vuelven a subir o si otro
gran productor enfrenta dificultades, eso podría presionar a Estados
Unidos y hacer que emita nuevas exenciones", juzga Fabiani.
Los
otros grandes países productores de petróleo deberán hacer un esfuerzo
por bombear más para compensar la reducción del crudo iraní. Pero al
hacerlo podrían disminuir su capacidad de reacción en el futuro, en caso
de que estalle una nueva crisis.
Arabia Saudita, primer
exportador mundial, afirmó poder responder a la reducción iraní, pero
algunos actores del mercado temen que el reino esté agotando sus
capacidades de reserva.
"Arabia Saudita puede producir 12 millones
de barriles al día, pero a condición de invertir", considera Hancock.
El país produce actualmente un poco menos de 11 millones de barriles
diarios.
Según este analista, Riad solo puede contar por el
momento con 300.000 barriles diarios de capacidad de reserva, es decir
cuya extracción puede lanzarse en menos de 30 días.
"Todo el mundo
habla de Arabia Saudita, pero las exportaciones del país son estables,
en torno a 10 millones de barriles por día", subraya Samir Madani,
analista de Tanker Trackers, empresa especializada en el seguimiento de
buques petroleros por satélite.
"La verdadera alza viene de Irak,
que exporta 4,2 millones de barriles al día, un volumen que no había
visto nunca antes", agrega.
En su opinión, Estados Unidos, que
está a punto de convertirse en el primer productor mundial gracias a sus
exportaciones de petróleo de esquisto, podría responder a una parte de
la demanda, pero no tiene capacidad de exportación.
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