GUATEMALA.- La Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado del 15 y 16
de noviembre en Antigua (Guatemala) incluye en su agenda la financiación
para el desarrollo sostenible, una necesidad que ha hecho a la región
volver su mirada hacia China en busca de esos recursos, frente a socios
más tradicionales como la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
"Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible" es el lema de una
cita que abordará las dispares dificultades de la región para enfrentar
sus necesidades financieras de desarrollo, pese a que Latinoamérica
tiene la mayor proporción de países de ingresos medios del mundo, indica
la nota conceptual del Cumbre.
La reunión de Antigua, que contará con representantes
de 22 países, será una oportunidad para que los socios iberoamericanos
profundicen en sus alianzas con Europa a través de España y Portugal, en
un momento en que Estados Unidos y su presidente, Donald Trump, se
obstinan en centrarse en el proteccionismo y en separarse de los vecinos
del sur.
El interés de Pekín por la región quedó
subrayado esta misma semana por el presidente de China, Xi Jinping,
quien al inicio de la Expo de Exportaciones de Shanghai, subrayó que la
apertura de su país hacia el exterior es imparable, a la vez que afirmó
su disposición a adquirir productos del resto del mundo.
China, que se ha convertido en el segundo socio comercial de la región
necesita aumentar sus importaciones para satisfacer una demanda
interior creciente, ha encontrado en las mayores economías
latinoamericanas (Brasil, Argentina, México, Chile o Perú, entre otros)
un mercado importante en el que abastecerse.
En los
últimos años estos países han visto que el gigante asiático les
facilitaba acceso a una financiación para desarrollar, por ejemplo, sus
infraestructuras, que los mercados tradicionales como los europeos o
estadounidenses les negaban, inmersos en resolver sus propias crisis.
Desde 2005, el Banco de Desarrollo de China y el de Importaciones y
Exportaciones han comprometido más de 150.000 millones de dólares en
créditos a los países y empresas estatales latinoamericanas, según datos
de la organización sin ánimo de lucro Diálogo Interamericano, con sede
en Washington.
"China ha jugado un papel importante
como demandante de materias primas desde 2010, lo que hizo que muchas
economías latinoamericanas como Brasil, Perú o México, aumentaran sus
exportaciones y vivieran un carnaval exportador de materias primas",
dijo el experto en Latinoamérica y exdirector de El País América
Luis Prados.
Señaló que los inversores de la UE y de
Estados Unidos eran "reticentes a poner dólares" en algunos de esos
países, en especial tras la crisis económica de 2008 y los esfuerzos que
europeos y estadounidenses hicieron para recuperar sus propias
economías.
"América Latina no se ha quedado sentada,
la crisis de 2008 ya hizo que los países empezaran a mirar hacia otros
inversores y socios comerciales, como los del Pacífico", dijo la
coordinadora para América Latina de la Fundación Alternativas, la
colombiana Erika Rodríguez, a la vez que subrayó que "China también miró
a otros lugares".
La potencia del gigante asiático
hace, según la experta, que "no necesite a nadie" para posicionarse en
un mercado, y lo hacen "por sí mismos, sin condicionamientos políticos.
(China) no quiere que nadie se meta con su régimen y tampoco se mete con
el de otros".
Carlos Malamud, catedrático de la
UNED e investigador principal para América Latina del Real Instituo
Elcano, resaltó por su parte que "no es que la UE y EEUU se hayan
estado mirando el ombligo, pero a la hora de ofrecer préstamos para
infraestructuras, China los ofrece a más largo plazo y no en condiciones
de mercado".
"No exigen condiciones en términos de
corrupción o de derechos humanos, lo que sí exigen la UE o Estados
Unidos", dijo Malamud, que subrayó que "si la UE no pusiera condiciones,
sus opiniones públicas se lo recriminarían".
"La Unión Europea es más quisquillosa y tiene unos estándares muy altos", señaló por su parte Prados.
En su Estrategia Global para 2016, la alta representante de Política
Exterior de la UE, Federica Mogherini, se comprometía a ampliar la
cooperación y establecer "asociaciones más intensas con América Latina y
el Caribe, basadas en valores e intereses comunes".
Por su parte la secretaria general Iberoamericana, la economista y
diplomática costarricense, Rebeca Grynspan, dijo que España y
Portugal "han sido voceros y defensores de las relaciones entre Europa y
América Latina, muy constantes y leales para nosotros".
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