WASHINGTON.- Con el trasfondo de una
economía sólida, los republicanos evitaron un desastre en las elecciones
estadounidenses del martes pero el programa económico del presidente
Donald Trump estará muy acotado por el avance de la oposición demócrata.
Con
un Congreso dividido desde el año que viene y ya con la mirada puesta
en las presidenciales de 2020, la polarización de Washington tornará
casi improbable sancionar grandes leyes económicas, dijeron analistas.
Pero los observadores también señalaron que los
republicanos hubieran sufrido mayores pérdidas si no fuera porque el
desempleo está bajo, los salarios están aumentando y la economía crece
impulsada por rebajas fiscales y estímulos aprobados en el Congreso por
ambos partidos.
Pese a la perspectiva de un empantanamiento del Congreso, Wall Street acogió con calma los resultados.
El
propio presidente Donald Trump dijo que demócratas y republicanos
podrían ponerse de acuerdo en cuestiones sobre infraestructura, salud,
comercio e, incluso, crecimiento económico.
Algunos analistas, sin
embargo, opinan que el margen de entendimiento está acotado. "Pienso
que los demócratas podrían estar en la línea de defensa ante cualquier
otro intento de recortes de impuestos", dijo Nancy Vanden Houten de
Oxford Economics.
"Creo que se podría ver
un bloqueo en grandes temas pero hay algo de posibilidades de acuerdos
en un modesto paquete de proyectos de infraestructura", dijo.
Aunque
algunos resultados faltaban este miércoles, se espera que los
demócratas ganen 30 escaños adicionales -asegurándose la mayoría en la
Cámara de Representantes-, una cantidad que está sin embargo por debajo
de los 40 que temían los republicanos.
La solidez de la economía de Estados Unidos mitigó las pérdidas de los republicanos.
"La
economía mantiene competitivos a los republicanos a pesar de Trump. Es
una situación extraña", dijo Gary Jacobson, profesor de Ciencia Política
de la Universidad California San Diego.
Los republicanos quedaron en medio de la impopularidad de Trump y la fortaleza de la economía.
"Normalmente
un presidente con una economía como la actual tendría 10 o quizás 20
puntos más", dijo Jacobson. "Es evidente que si la economía no estuviera
tan bien, hubiera sido un real desastre", acotó.
La mayoría de
los republicanos evitó hablar en la campaña de los recortes de impuestos
que fueron aprobados sin votos demócratas y son considerados como un
regalo a los millonarios y a las empresas.
Las llamadas elecciones
de medio mandato no suelen estar determinadas por preocupaciones
económicas. Una encuesta de boca de urna de la CNN mostró que para los
votantes la economía es su tercera preocupación detrás de la salud y la
inmigración pero antes que el control de armas.
Los candidatos
demócratas se enfocaron en hablar del sistema de salud. Procuraron
capitalizar los impopulares e infructuosos esfuerzos de los republicanos
por derogar normas de 2010 que permiten un acceso más generalizado y
menos oneroso al sistema de salud.
"La economía está demasiado bien como para decir algo en
su contra. Por eso, se habló de la atención de salud", dijo John Aldrich, profesor de ciencia política de Duke University .
Pero
en tanto se desvanecen los efectos de las rebajas de impuestos,la
política comercial de Trump se torna más dura y la Fed sube las tasas de
interés, la expectativa es que el crecimiento de Estados Unidos se
enlentezca desde el año que viene.
Trump tiene ahora un par de
chivos expiatorios: la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes y
al presidente de la Fed, Jerome Powell, a quien ataca reiteradamente
por defender el alza de los intereses.
La analista Vanden Houten
de Oxford Economics dijo que no espera una recesión cuando eventualmente
Trump intente la reelección en 2020 pero indicó que las chances están
aumentando.
"La economía será definitivamente más vulnerable dentro de un año", dijo.
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