BRUSELAS.- Los
ministros de Finanzas de la Eurozona instaron el lunes a la coalición
ultraderechista y antisistema en el poder en Italia a que revise su plan
presupuestario, so pena de enfrentar las "consecuencias".
"Compartimos
la evaluación de la Comisión Europea" y "esperamos que Italia [...]
coopere estrechamente con [ella] en la elaboración de un plan
presupuestario revisado", escribieron los ministros en un comunicado.
El
presupuesto "no cambia", respondió, al término de la reunión, el
ministro italiano de Finanzas, Giovanni Tria, que prometió en cambio "un
diálogo constructivo con la Comisión".
"No hay ni compromiso, ni conflicto" con Bruselas, señaló.
Los
ministros de Finanzas de los 19 países que adoptaron la moneda única
(el Eurogrupo) se reunieron en la capital belga por primera vez desde
que la Comisión rechazara, el 23 de octubre, el proyecto presupuestario
italiano.
La
Comisión estimó que el plan fiscal de Roma para 2019 presentaba una
"desviación clara" de las reglas europeas y apunta especialmente a su
objetivo de déficit público, un 2,4%, pese a que el anterior gobierno de
centro izquierda se comprometió a un 0,8% del PIB.
El
comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, subrayó este
lunes su disposición a "dialogar" con Roma, si bien precisó que no se
trata de una negociación. "Las reglas son las reglas", agregó.
Italia,
gobernada por ultraderechistas y antisistema, tiene hasta el 13 de
noviembre para presentar un proyecto revisado. De no modificarlo, como
reiteró hasta el momento, se expondría a un "procedimiento de déficit
excesivo" y, a largo plazo, a sanciones.
"El
gobierno italiano debe aprovechar la mano tendida", afirmó el ministro
francés de Economía, Bruno Le Maire, a su llegada a la reunión del
Eurogrupo.
Una
fuente italiana aseguró que Roma respondería antes de la fecha límite.
"Queremos intentar encontrar una solución", afirmó esta fuente. Pero
"por el momento, no la tenemos".
Para
el ministro eslovaco de Finanzas, Peter Kazimir, si un país dice que
"las reglas no le interesan, debe haber consecuencias".
"No
creo que se llegue hasta las sanciones", dijo este lunes al Financial
Times, Luigi di Maio, uno de los vicepresidentes del gobierno italiano,
para quien "el procedimiento se abrirá, pero habrá una fase de diálogo".
Para
el político del Movimiento 5 Estrellas, el presupuesto expansionista
podría reducir "considerablemente" la importante deuda pública italiana,
en el 131% del PIB, y podría representar un modelo a seguir si
funciona.
El
jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella, cuya función es sobre todo
simbólica aunque se respeta su autoridad, llamó al gobierno a "llevar a
cabo un diálogo constructivo con las instituciones europeas".
"Nunca
más una Italia de rodillas", aseguró por su parte el vicepresidente del
gobierno italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, quien llamó a
manifestarse el 8 de diciembre en Roma contra los "señores de Bruselas".
- '¡Basta!' -
Los
recientes datos socieconómicos aumentan la presión sobre la tercera
economía de la zona euro, donde el desempleo progresó al 10,1% en
septiembre y cuya economía se estancó en el tercer trimestre por primera
vez en tres años.
"Italia
actúa abiertamente contra las reglas (...) Al final, esto podría
ralentizar todavía más su economía", apuntó el vicepresidente de la
Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
En
sus presupuestos, Roma proyecta una expansión en 2018 del 1,5%, medio
punto por encima del estimado por el Fondo Monetario Internacional (FMI)
y cuatro décimas superior a las últimas proyecciones de la Comisión.
El
primer ministro italiano, Giuseppe Conte, calificó la semana pasada el
estancamiento de "coyuntural". "Afecta a toda la economía europea. Lo
habíamos previsto. Por eso, hemos decidido tener un presupuesto
expansivo", dijo.
Sin
embargo, un crecimiento más débil de lo previsto podría aumentar el
déficit italiano. "La coalición se está poniendo a prueba en este
pulso", estima Sébastien Maillard, director del Instituto Jacques
Delors.
"El
electorado de la Liga [de Salvini] estará tentado de decir '¡Basta!',
porque Italia se queda sola", agrega Maillard, expresando su
preocupación por la diferencia entre la tasa de endeudamiento italiana y
la alemana.
El
'spread' oscila en torno a los 300 puntos básicos, contra 130 de media
en los primeros cuatro meses del año, por "la incertidumbre sobre la
orientación de la política fiscal", según el gobernador del Banco de
Italia.
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