lunes, 5 de noviembre de 2018

La UE sigue buscando un país que le permita mantener el comercio con Irán

BRUSELAS/PARÍS.- Hasta el momento la Unión Europea no ha logrado encontrar un país que albergue un mecanismo especial que le permita comerciar con Irán y evitar las sanciones que Estados Unidos reimpuso a la república islámica, dijeron tres diplomáticos, ya que los gobiernos temen sufrir medidas de represalia de Washington. 

Al expresar su oposición a la política de Estados Unidos el día en que Washington anunció una nueva serie de sanciones contra Irán, la Unión Europea volvió a emitir el lunes su declaración del 2 de noviembre y dijo que está configurando un vehículo de propósito especial (SPV, por su sigla en inglés).
La Unión Europea esperaba tener listo su SPV cuando Washington anunciara la reposición de sus sanciones. Sin embargo, ningún país se ha ofrecido hasta para albergarlo, dijeron diplomáticos del bloque.
La jefa de Política Exterior del bloque, Federica Mogherini, pidió a varios estados que consideren albergar el mecanismo, en momentos en que el bloque intenta defender el acuerdo nuclear con Teherán, del cual el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró en mayo.
Mientras que la Comisión Europea declinó hacer comentarios, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, dijo que “la Unión Europea no aprueba” la reimposición de las sanciones estadounidense que habían sido levantadas bajo el acuerdo nuclear de 2015.
Brian Hook, representante especial de Washington para Irán, subrayó los riesgos para las firmas europeas y advirtió de que cualquier país de la UE que albergue el SPV podría llegar a sufrir penalidades.
“Estados Unidos no dudará en penalizar cualquier actividad ligada con nuestro régimen de sanciones contra Irán”, dijo Hook en una conferencia telefónica con periodistas europeos cuando se le preguntó sobre el mecanismo.
El SPV, que podría incorporar un formato de trueque, busca evitar al sistema financiero estadounidense utilizando un intermediario de la UE para gestionar el comercio con Irán. Podría garantizar, por ejemplo, que el crudo iraní comprado por países europeos pueda pagarse con bienes y servicios del bloque por el mismo valor.

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