PARÍS.- El primer ministro francés, Édouard
Philippe, anunció hoy un plan de 500 millones de euros de ayudas y
primas para la renovación del parque de vehículos y de calderas para
intentar calmar la protesta por las subidas de impuestos del carburante
antes de la jornada de movilización del sábado.
Philippe, en una entrevista a la emisora "RTL", subrayó que "no se van a
anular las subidas" fiscales sobre el combustible, ni las que se
aplican desde comienzos de año ni las que deben añadirse desde enero, y
que son el principal motivo de malestar del conocido como el movimiento
de los "chalecos amarillos", que ha convocado bloqueos de carreteras y
manifestaciones el sábado.
Recordó que esos aumentos de tasas sobre la gasolina y
el diésel eran compromisos de la campaña del presidente, Emmanuel
Macron, en nombre de la transición energética, de la reducción de la
contaminación y de la disminución de la dependencia petrolera.
El primer ministro dijo que las nuevas medidas que se deben adoptar
hoy mismo en el Consejo de Ministros costarán 500 millones de euros
suplementarios a las arcas públicas.
La primera de
ellas consiste en "desarrollar masivamente la prima" para cambiar un
coche antiguo contaminante (que se envía al desguace) por otro más
eficiente en términos de consumo, ya que se pasará de las 500.000
previstas en cinco años a un millón.
Las personas
con menos recursos (un 20 % de la población) podrán recibir hasta 4.000
euros de prima, en lugar de los 2.000 euros de ahora.
La segunda es la extensión del llamado "cheque energía" que reciben
las familias más modestas para pagar la calefacción, que pasará de
cubrir 3,6 a 5,6 millones de beneficiarios.
En
paralelo, Philippe presentó un programa para el cambio del sistema de
calefacción con el objetivo de que en diez años desaparezcan las
calderas individuales de gasóleo. Habrá subvenciones que financiarán
hasta un tercio del costo de conversión.
El primer
ministro replicó a las quejas de los "chalecos amarillos" que reprochan
que el dinero de los impuestos sobre el carburante no va integralmente a
dispositivos para la transición energética ya que alegan que de los
34.000 millones de euros que se recaudan por esa vía hay que compararlos
con los 37.000 millones de presupuesto del Ministerio de la Transición
Ecológica.
Los "chalecos amarillos", un colectivo
surgido de forma espontánea a través de las redes sociales, tiene su
principal razón de ser en el rechazo del alza de los impuestos a los
carburantes, que subieron este año en Francia 7,6 céntimos por litro
para el diésel y 3,9 céntimos para la gasolina. El Gobierno ha previsto,
respectivamente, 6 y 3 céntimos suplementarios desde enero.
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