BRASILIA.- El
presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, fue recibido hoy por el
actual mandatario, Michel Temer, quien le ofreció "colaborar
intensamente" durante la transición, que concluirá el próximo 1 de enero
con su investidura.
Bolsonaro,
líder de la ultraderecha y capitán de la reserva del Ejército que ganó
los comicios de octubre pasado, pisó hoy por vez primera el Palacio de
Planalto, sede del Gobierno, en su condición de presidente electo.
Fue
recibido en privado por Temer, luego ambos conversaron con un pequeño
grupo de colaboradores y, posteriormente, el mandatario en ejercicio
guió a todos en un breve "paseo" por la tercera planta del Palacio,
donde se sitúan el despacho presidencial y los de sus más cercanos
colaboradores.
"Pedí
una audiencia", que fue más "una forma de visita" y en la que
"conversamos sobre gobernabilidad", declaró Bolsonaro junto a Temer una
vez concluido el encuentro, que duró cerca de una hora.
Bolsonaro
apuntó que seguramente buscará consejos con Temer "otra vez antes de
fin de año", a fin de "hacer juntos una transición en favor de Brasil".
En
su opinión, esa "cooperación" permitirá que "las cosas sigan fluyendo
con normalidad" en el país hasta su toma de posesión, que será el primer
día de 2019.
"Sin
querer anticipar nada, y aún si fuera preciso el año que viene,
volveremos a pedirle (a Temer) que nos atienda", añadió el presidente
electo, quien consideró que "Brasil no puede despreciar el conocimiento
de quien ya ha pasado por la Presidencia".
Temer,
a su turno, dijo a periodistas que le ofreció a su sucesor "colaborar
intensamente" y pidió que le informe cuáles proyectos de su interés
tramitan en el Parlamento, a fin de que el Gobierno estudie si puede
impulsarlos en las próximas semanas.
Entre
ellos, fuentes del entorno de Bolsonaro reconocieron que está una
reforma del régimen de jubilaciones, que es considerada clave para
reducir el crónico déficit del sector público, pero que encuentra
resistencias en el Congreso.
Temer
también dijo que invitó a Bolsonaro a acompañarle en la visita que
realizará a Argentina el próximo 30 de noviembre para asistir a la
Cumbre del G20.
Sin
embargo, fuentes del equipo del presidente electo dijeron que no le
será posible aceptar, pues todavía requiere cuidados tras la cuchillada
que sufrió el pasado 6 de septiembre en medio de un mitin electoral, que
le obliga a usar aún una colostomía que será retirada en los primeros
días de diciembre.
Según
Temer, una vez pasada la campaña electoral, polarizada este año como
pocas veces en la historia brasileña, "llega el momento en que todos los
brasileños deben unirse y darse las manos, para estar todos juntos en
favor de Brasil".
Antes
del encuentro con Temer, Bolsonaro se entrevistó con el presidente de
la Corte Suprema, José Antonio Dias Toffoli, con quien se comprometió a
trabajar en un "pacto republicano" sobre déficit fiscal, reforma del
régimen de jubilaciones y seguridad ciudadana.
"Debemos
solucionar lo más rápido posible la cuestión fiscal" y el déficit
público, así como "la cuestión de la jubilación y aquella que todos los
días golpea la puerta de los brasileños: la seguridad ciudadana", dijo
Bolsonaro.
El
magistrado explicó que propuso al presidente electo un "pacto
republicano" que comprometa al Ejecutivo, al Legislativo y al Poder
Judicial en la discusión y "superación" de esos "desafíos", que
consideró los más urgentes en la agenda nacional.
Más
allá de esas reuniones, Bolsonaro continuó trabajando en la composición
de su próximo gabinete, en el cual se anunció que el general Augusto
Heleno Ribeiro, barajado como futuro ministro de Defensa, ocupará en
realidad la cartera de Seguridad Institucional.
Ese
cambio, según dijo el vicepresidente electo y general de la reserva
Hamilton Mourao, permitirá darle entrada a un representante de la Armada
en el Ministerio de Defensa, lo que reforzaría el acento militar que
Bolsonaro pretende darle a su Gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario