WASHINGTON.- La Reserva Federal (Fed)
de Estados Unidos elevó las tasas de interés el miércoles pero dio una
muy clara señal de que enlentecerá el ritmo de futuros aumentos mientras
vigila la marcha de la economía.
La decisión de la Fed
seguramente desagradará al presidente Donald Trump, quien reiteradamente
atacó a la entidad por el simple hecho de haber considerado aumentar
los tipos de interés por cuarta vez en el año.
Empero, la Fed dio lo que los economistas llaman un
"cauteloso salto" al elevar el rango de las tasas en 0,25 puntos
porcentuales con 2,5% como techo y, simultáneamente, dio señales de que
en el futuro será cuidadosa.
En tanto los riesgos
permanezcan "bastante equilibrados", la Fed "continuará vigilando los
acontecimientos económicos y financieros mundiales y evaluará sus
implicaciones para las perspectivas económicas", señaló el comunicado de
la entidad tras dos días de discusiones de política monetaria.
La
economía de Estados Unidos enfrenta potenciales problemas que van desde
las guerras comerciales de Trump hasta el enlentecimiento del
crecimiento chino y las turbulencias que genera el divorcio entre Gran
Bretaña y la Unión Europea (Brexit).
Numerosas señales indican que el crecimiento económico de
Estados Unidos habría alcanzado su máximo. Esa percepción hizo tambalear
a los mercados en las últimas semanas y Wall Street perdió lo ganado en
el año.
El comité de política monetaria de la Fed (FOMC) divulgó
también sus previsiones trimestrales. Ellas muestran que muchos miembros
del organismo advierten que el crecimiento se está moderando y, en
consecuencia, consideran que en 2019 serían necesarios solo dos aumentos
de tasas; siendo que antes preveían tres.
Cinco integrantes de la
Fed cambiaron su estimación y ahora esperan dos aumentos o menos en vez
de los cuatro o más que habían previsto antes.
La media del
pronóstico de crecimiento del PIB para 2019 fue reducida a 2,3% desde
2,5%. Eso a su vez, llevó la perspectiva de inflación nuevamente por
debajo de la meta de 2% aún cuando el desempleo permanece en 3,7% que es
la menor tasa en casi medio siglo.
Pese a esa solidez del empleo,
los salarios no han acelerado su crecimiento y los precios suben muy
levemente lo cual elimina la presión por poner un freno a la marcha de
la economía.
El crecimiento estadounidense seguirá aminorándose. Para 2020 se espera un aumento del PIB de 2% y de 1,8% para 2021.
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