CARACAS.- La
capital de Venezuela vivió una jornada de persistente escasez de
gasolina el jueves, que generó atascamientos y enfureció a los
ciudadanos del malogrado país ad portas de las fiestas de fin de año.
Caracas
amaneció con estaciones de servicio cerradas y largas filas de
vehículos al tiempo que los conductores intentaban llenar sus tanques de
gasolina antes las vacaciones extendidas de Navidad en Venezuela. Por
segundo día consecutivo, los bocinazos ensordecedores se volvieron la
tónica en las principales arterias de la ciudad mientras la gente
atestaba las pocas estaciones operativas.
"Debería
estar comprando regalos o ayudando a planificar la boda de mi hermana,
pero aquí estoy atascada tratando de cargar combustible desde ayer",
lamentó Greiska Velásquez, estudiante de odontología de 23 años,
mientras su Chevrolet Aveo avanzaba en una fila de vehículos que se
extendía por dos cuadras. "Nada funciona aquí, ni siquiera la gasolina".
Con
más reservas de petróleo que Arabia Saudita, Venezuela ofreció por
décadas la gasolina más barata del mundo, pero años de mala gestión y el
desplome de los precios de los commodities en 2014 desataron una crisis
económica marcada por la escasez de alimentos, la hiperinflación y el
colapso de los servicios públicos.
La
escasez de combustible es pan de cada día en los sectores rurales
venezolanos, pero ocasionalmente el escenario se repite en la capital
toda vez que la producción de la estatal Petróleos de Venezuela se
derrumba a mínimos históricos. La falta de mantenimiento y de crudo ha
paralizado el sistema de refinación del país, que prioriza las
exportaciones del hidrocarburo que generen dólares.
Las
refinerías de PDVSA en Venezuela, que tiene la tercera capacidad más
grande de América Latina, operan a un 22,2 por ciento, según una persona
cercana al tema, mientras que a modo de comparación en EE.UU. se
trabaja a más del 90 por ciento de capacidad.
Un portavoz de la empresa declinó comentar sobre la reciente escasez, pero
trabajadores de estaciones de servicio capitalinas atribuyeron el suceso
a problemas de oferta luego de que un incendio destruyera un centro de
distribución en las afueras de la ciudad la semana pasada.
Andrés
Estrada, de 39 años y encargado de una gasolinera en el este de
Caracas, señaló que su estación solo se reabastece de combustible una
vez al día, a diferencia de las tres de la semana anterior. La escasez
lo obliga a cerrar antes de las 9 a.m.
"En
esta época del año deberíamos estar cobrando las propinas, pero ahora
solo nos sentamos a recibir gritos de clientes enojados", admitió
Estrada.
En
agosto, el presidente Nicolás Maduro anunció un alza de los precios de
la gasolina a “niveles internacionales” como parte de una reforma de
gran alcance para reactivar la moribunda economía. En la actualidad,
Venezuela importa gasolina de EE.UU, y Europa para satisfacer la demanda
local.
Si
bien el incremento aún no ha tenido efecto, muchos conductores piensan
que la escasez es una señal de lo que vendrá. "La gasolina barata es el
último regalo que queda aquí", comentó Edgar Malaver, de 62 años y
administrador bancario jubilado, mientras esperaba llenar su Ford
Explorer.
"Pronto nos quitarán eso también".
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