SANTIAGO.- La economía de Venezuela se desplomó
en 2018 por quinto año consecutivo, un 15,0 %, lo que supuso una
contracción acumulada del 44,3 % respecto del Producto Interno Bruto
(PIB) de 2013, según un informe dado a conocer hoy por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Por otro lado, desde noviembre de 2017 esta economía presenta tasas de
inflación mensuales mayores al 50 %, y en lo que va del año la tasa
mensual promedia el 127,9 %.
En el presente año se introdujeron modificaciones al
sistema cambiario y el tipo de cambio oficial del bolívar respecto al
dólar se depreció por quinto año consecutivo a tasas que superan el 200 %
anual.
Además, las reservas internacionales
registraron una caída por cuarto año seguido, y entre diciembre de 2017 y
noviembre de 2018 el retroceso fue de un 9,1 %.
Asimismo, según el informe de la Cepal, 2018 representa el cuarto año
sucesivo en que disminuyó la producción petrolera en Venezuela, y la
contracción acumulada entre enero de 2013 y octubre de 2018 supera el 50
%.
Esto ha provocado que, a pesar del aumento de
precios de la canasta petrolera venezolana, durante 2017 y los primeros
nueve meses de 2018 el sector público venezolano siga dependiendo de las
transferencias de recursos provenientes del banco central.
El mencionado aumento de los precios del crudo ha permitido que las
exportaciones crezcan un 9,0 %, lo que junto al descenso de las
importaciones (26,0 %) produjo un pequeño superávit en la cuenta
corriente de la balanza de pagos, de acuerdo con estimaciones de la
Cepal.
El organismo dependiente de las Naciones
Unidas, recordó que en 2017 el Gobierno de Venezuela dio a conocer un
proceso de reestructuración de la deuda externa, que permitió al Poder
Ejecutivo alcanzar un acuerdo con su contraparte rusa para reestructurar
la deuda, que ascendía a 3.500 millones de dólares.
No obstante, las dificultades financieras del país caribeño se han
mantenido durante 2018, y diversas obligaciones del sector público han
entrado en una situación de cese de pagos.
Para 2019,
de mantenerse la severa restricción externa que enfrenta el país, se
espera una nueva caída del PIB de un 10,0 %, una inflación creciente, un
cuantioso aumento de los agregados monetarios y una depreciación
significativa de la moneda.
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