LONDRES.- Conforme
los autos se multiplicaban bajo la lluvia en las afueras de la mansión
Lancaster House de Londres, los diplomáticos reunidos en su interior
bebían vino y buscaban información sobre el destino del brexit en la
fiesta de Navidad del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El
equipo sénior de Theresa May se pregunta lo mismo: ¿Qué debería hacer
la primera ministra si su acuerdo se desecha? En privado, las opciones
son drásticas e incluyen posponer la salida de la Unión Europea,
convocar otro referendo e incluso anunciar nuevas elecciones nacionales.
En
menos de 100 días el Reino Unido se irá de la UE para cumplir con el
mandato del referendo de 2016 tras dos años de negociaciones entre
Londres y Bruselas. Existe un gran obstáculo en el camino de la
mandataria: el Parlamento no aceptará los términos que ella acordó.
May
hace todo lo posible para obtener apoyo legislativo sobre el impopular
acuerdo de divorcio que negoció. Se vio obligada a reprogramar una
votación al respecto para la semana del 14 de enero.
En
público, May y todos sus ministros insisten en que su acuerdo de salida
es el único disponible para evitar el caos económico y social y cifran
todos sus esfuerzos en la votación en el Parlamento. A puertas cerradas,
estudian las opciones en caso de que la mandataria fracase.
De acuerdo con un alto funcionario del gobierno, la idea de volver a consultar con la ciudadanía británica está ganando terreno.
Esto
podría ser a través de un nuevo referendo, una propuesta que gana
respaldo en el establishment político del Reino Unido pero que May
rechaza con vehemencia, o incluso una elección nacional para elegir un
nuevo gobierno.
El
primer paso en cualquier caso sería retrasar el brexit, extendiendo el
proceso del Artículo 50 mientras todos los bandos se reagrupan. Cuando
le han preguntado sobre ese tema recientemente, May se ha mostrado menos
directa que en el pasado.
"No
creo que sea correcto buscar la extensión del Artículo 50", comentó el
lunes. "Lo que enfrentará el Parlamento es la decisión de ejercer su
responsabilidad de cumplir con el resultado del referendo, cumplir con
el brexit".
Leer
entre líneas lo que dice May es clave para tratar de entender la
postura actual de una mandataria que ha dado giros de 180 grados en el
pasado para salir de problemas políticos. Sus comentarios más recientes
no descartan un cambio de actitud.
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