El miércoles 19 es un día marcado en las agendas de muchos inversores
porque la Reserva Federal americana desvelará por fin sus intenciones
tras ofrecer la última visión sobre el estado de la economía, en plena
ofensiva política del presidente americano Trump en contra de la subida
de tipos de interés.
Si finalmente Jerome Powell, jefe de la Fed,
inclina la balanza del banco central estadounidense en favor de la
esperada y prevista cuarta subida de tipos de interés este año, habrá
cumplido las expectativas más extendidas pero dejará sobre el terreno un
reguero de temores.
La sensación de que la Fed ha ido demasiado deprisa en su carrera de
adaptación de los tipos de interés a las necesidades de una economía
equilibrada ha ido aumentando en las últimas semanas.
La economía ya
está bien encarrilada en Estados Unidos, con un sólido crecimiento del
PIB, una tasa de paro en mínimos históricos y un dólar demasiado elevado
para lo que les gustaría a muchos exportadores americanos.
Además,
desde el lado de la inflación, nada parece indicar que sea necesario
añadir cautelas. La tasa de inflación se encuentra en la zona de
neutralidad, según ha reconocido la propia Fed.
Por lo tanto, subir tipos por cuarta vez en el año puede dar un
vuelco a la situación o, mejor, a las expectativas económicas, ya que
puede anticipar algunos temores, que ya se han alumbrado en medios
económicos, según los cuales la economía global se está adentrando en
una nueva fase de caída, lo que deja en muy mala situación a quienes
siguen predicando la política monetaria rigurosa, de tipos cada vez más
elevados.
Es más, las previsiones que se manejaban para el año 2019 hablaban de
tres subidas adicionales de los tipos de interés, lo que a estas
alturas les empieza a parecer un desatino a bastantes expertos.
No sería
descartable que en la declaración pública de Powell al término de la
reunión de este miércoles, se deje caer la idea de que la fase alcista
de los tipos de interés no va a tener ni de lejos la misma intensidad
que la que se preveía hasta ahora.
Es decir, que se lance ya la idea de
que las subidas de tipos de interés el año próximo serán dos a lo sumo y
desde luego no tres, como se daba hasta ahora por supuesto.
Los mercados han estado muy inquietos en las últimas jornadas y los
índices bursátiles han caído con bastante fuerza en todas partes, pero
sobre todo en Estados Unidos. Un vistazo a las cotizaciones de las
empresas líderes de la economía estadounidense pone de relieve los
fuertes ajustes que han encajado las cotizaciones de las empresas
líderes, con retrocesos del 20% y hasta de casi el 40% en los últimos
meses en algunas de estas compañías.
El miedo a una recesión económica
está algo más extendido que hace unos meses y las empresas que marcan la
pauta, sobre todo las tecnológicas de primera fila, han reflejado en
sus cotizaciones una parte de estos temores.
El veredicto que ponga este
miércoles en circulación la Reserva Federal americana será, por lo
tanto, muy determinante de nuestro futuro económico inmediato. Y no solo
en la fijación de los niveles de los tipos de interés sino también en
el diagnóstico que los expertos de este importante organismo ofrezcan al
mercado.
(*) Periodista y economista español
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