ATENAS.- El Parlamento griego aprobó hoy por
unanimidad la revocación del decimotercer tijeretazo a las pensiones,
previsto para 2019 a instancias de los acreedores, que hubiera afectado a
casi la mitad de los dos millones de jubilados, con reducciones de
hasta un 18 % en sus ingresos.
Las pensiones del
colectivo de pensionistas afectados -todos aquellos que se jubilaron
antes de 2016- quedarán congeladas hasta 2022, con excepción de las
620.000 personas con ingresos muy bajos, que percibirán aumentos.
"Devolvemos progresivamente a los que se vieron
afectados por la crisis y los programas de rescate lo que perdieron
injustamente", destacó el primer ministro, Alexis Tsipras.
La revocación de este recorte es crucial para el Gobierno de Tsipras
precisamente en un año electoral, como será 2019, y con las encuestas
dando una ventaja media del 8 % a la oposición conservadora.
Para conseguirlo el Gobierno tuvo que convencer a las instituciones
europeas de que el recorte no constituye una reforma estructural de la
caja de pensiones (EFKA) y que además podrá mantener el objetivo
previsto para el superávit primario (excluye el pago de deudas e
intereses) del 3,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 2022.
"Trabajamos muy duro para demostrar que la medida era innecesaria", recalcó Tsipras.
A pesar de que esta medida le costará a EFKA unos 2.200 millones de
euros, el Gobierno espera que tenga un impacto positivo sobre la
economía, pues la inyección de liquidez a los hogares servirá para
fomentar el consumo.
Este impacto será de entre un
0,1 % y un 0,2 % del PIB en el primer año, según el profesor de Economía
a la Universidad de Atenas Panayotis Petrakis.
A
partir del segundo año se espera que el efecto positivo sea más
pronunciado, tanto en lo que respecta al PIB como al índice del
desempleo.
Además, en torno al 40 % de estos 2.200
millones de euros volverán a las arcas del Estado gracias a un
incremento de la recaudación fiscal.
A pesar de los
sucesivos tijeretazos que llevaron a que los jubilados perdieran el 40 %
de su poder adquisitivo, en los ocho años de crisis las pensiones se
habían convertido en el sustento de muchos hogares.
En un país vapuleado por índices de desempleo que en sus peores momentos
rozaron el 28 %, el jubilado se convirtió en la única fuente de
ingresos de muchos hogares.
Según los datos del
ministerio de Trabajo, la pensión media se sitúa actualmente en 722
euros mensuales brutos (894 euros para los que cobran un suplemento de
pensión).
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