TOKIO.- El Banco de Japón (BoJ) decidió mantener hoy su política monetaria, sustentada en tipos de interés ultra bajos y un cuantioso programa de compra de activos, en un momento marcado por una persistente inflación baja e incertidumbre global.
Al término este jueves de su reunión mensual de dos días, la junta de
política monetaria del banco central japonés decidió por mayoría (7-2)
mantener los tipos de interés a corto plazo al -0,1 % y su cuantioso
programa de compra de bonos estatales para mantener su rendimiento en
torno al 0 % a largo plazo.
La entidad seguirá así con la adquisición de bonos por
valor de unos 80 billones de yenes anuales (625.087 millones de
euros/711.335 millones de dólares), aunque ajustará el ritmo de compra
"de forma flexible" según las condiciones de mercado, dijo en un
comunicado.
El BoJ aspira a situar la inflación en un
2 % interanual, pero se ha visto obligado a posponer esta meta de forma
indefinida y activar medidas adicionales de estímulo por la caída de
los precios del crudo, la ralentización global y la debilidad del
consumo doméstico.
La entidad considera que la
economía nipona "seguirá su expansión moderada" y cree que la demanda
nacional "seguirá una tendencia al alza".
El banco
central japonés también mencionó en su informe los riegos que afronta la
tercera economía del mundo, entre los que citó "las políticas
macroeconómicas de Estados Unidos y su impacto en los mercados
financiero globales, las consecuencias del proteccionismo y las
negociaciones" sobre el brexit.
La entidad se refirió
además al aumento del IVA del 8 % al 10 % a partir del 1 de octubre de
2019 que, aunque necesario para cubrir los crecientes costes de la
seguridad social nipona, podría afectar al consumo privado en el país
asiático, como ya ocurrió con la subida acometida en abril de 2014.
El Gobierno nipón está preparando medidas de estímulo para evitar tal
escenario, mientras el BoJ reafirmó hoy su compromiso de mantener sus
medidas de ultraflexibilización "un período prolongado de tiempo",
mientras tiene en cuenta la "incertidumbre en la actividad económica y
los precios" ligada al alza del gravamen.
La decisión
del BoJ de mantener inalterada su política monetaria lo mantiene en un
camino divergente con respecto a otros bancos centrales de peso que
están dando marcha atrás a las medidas que pusieron en marcha a raíz de
la crisis financiera de 2008, entre ellos el Banco Central Europeo o la
Reserva Federal estadounidense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario