SHANGHÁI.- Este 2018
se ha revelado como un año negro para las bolsas chinas, carentes de
confianza y optimismo, lo que produjo severas pérdidas en los mercados
de la segunda economía mundial, con caídas entre el 14 y 33%.
"El
mercado chino es el de menor rendimiento entre los mercados emergentes"
afirma Gui Haoming, analista del instituto de investigación sobre
valores mobiliarios SWS Research.
"2019
será probablemente mejor que 2018, ya que el mercado perdió demasiado
este año, pero no veremos una enorme progresión ya que sigue siendo
relativamente débil", agrega.
En
la bolsa de Shanghái, el principal índice perdió este año 24,6%, el de
Shenzhen cayó 33,2%. También retrocedió (-14%) la bolsa de Hong Kong.
Varios
factores han contribuido a estos malos resultados, empezando por la
ralentización de la economía china. El crecimiento del PIB cayó en el
tercer trimestre a su nivel más bajo en nueve años: +6,5%.
A ello se añade el estancamiento de las inversiones, el alto nivel de endeudamiento y la guerra comercial sino-estadounidense.
Aunque
el Banco central ha bajado varias veces sus índices de reservas
obligatorias para los bancos, y facilitar así préstamos para estimular
la economía, en 2019 mantendrá una política monetaria "prudente".
Para
los expertos, la tendencia de las bolsas chinas dependerá en gran
medida de las negociaciones entre Pekin y Washington para enterrar el
hacha de guerra comercial.
Los
dos países han adoptado una tregua de tres meses desde principios de
diciembre y suspendieron sus alzas de derechos aduaneros, que se habían
infligido recíprocamente en los últimos meses.
Al
comentar la evolución en Hong Kong, Iris Pang, economista de ING,
subraya que "la bolsa dependerá en gran medidas de los progresos" en
este aspecto.
"Si la tregua termina de forma negativa, y hay represalias, los mercados volverán a caer", agrega.
Según
Gui, tres factores tendrán un impacto el próximo año: "la ralentización
económica, la falta de fondos y el desequilibrio en las políticas
aplicadas".
"Desde que empezó el proceso de desendeudamiento, los fondos disponibles son limitados", asegura.
Sin
embargo, según la agencia financiera Bloomberg, algunos expertos son
más optimistas y prevén una recuperación del 20% en Shanghái en 2019.
Zhang
Gang, estratega de Central China Securities, explica que "con
la introducción de políticas adoptadas para reactivar la economía y
reducir los impuestos, las acciones chinas podrían recuperarse
claramente en el segundo trimestre".
Pekín había anunciado en julio su intención de aplicar una política presupuestaria "más activa" para reactivar la economía.
Algunos
sectores han sido autorizados a practicar una baja del IVA de un punto,
y los contribuyentes se beneficiarán desde 2019 de deducciones fiscales
para algunos gastos (educación, salud, préstamos inmobiliarios, etc).
Además, el umbral de imposición ha sido elevado para estimular el consumo de las familias.
También
deberían contribuir a reforzar las plazas bursátiles las medidas a
medio y largo plazo para regular el mercado, según Zhang.
Economistas coinciden en que el crecimiento se
ralentizará también en 2019, a +6,2%, el nivel más bajo desde 1990.
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