MOSCÚ.- El número de rusos que lamentan la caída de la Unión Soviética ha
aumentado a sus máximos desde 2005, ante un incremento de las
preocupaciones por la economía y la nostalgia por el sistema de
bienestar soviético, dijo la encuestadora Levada.
El
presidente Vladimir Putin calificó la disolución de la Unión Soviética
en 1991 como la mayor catástrofe del siglo XX, y él y muchos rusos han
lamentado durante largo tiempo el golpe que provocó la desintegración
soviética al poder en Moscú.
El número de rusos nostálgicos del
pasado soviético ha estado subiendo de forma sostenida durante el
mandato de Putin desde que volvió a la presidencia en 2012, mostraron
datos del sondeo emitidos por el Centro Levada, de carácter
independiente.
En
la encuesta, un 66 por ciento de los rusos dijeron que lamentan la
caída soviética, un nivel no visto desde 2005, cuando Levada registró un
65 por ciento y Putin estaba en su segundo mandato en el Kremlin.
El
número de rusos nostálgicos bajó gradualmente desde 2004 y en 2012
alcanzó un mínimo de 49 por ciento, para luego aumentar a su nivel
actual, mostró el sondeo.
La socióloga Karina Pipiya afirmó que
en el pasado dichos sentimientos a menudo fueron provocados por una
pérdida de prestigio internacional y el cuestionamiento sobre la
identidad nacional.
“Ahora
la nostalgia está más determinada por factores económicos y
consideraciones de que solía haber más justicia social, que el Gobierno
trabajaba para el pueblo, que era mejor en términos del cuidado de los
ciudadanos y en expectativas paternalistas”, sostuvo.
El portavoz
del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó los hallazgos.
“Otros sociólogos
dirán que la gente siempre está inclinada a idealizar retrospectivamente
lo que les pasó en su juventud y que todo lo que pasó en la juventud
fue más confiable y mejor”, comentó.
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