sábado, 29 de diciembre de 2018

Bangladés celebra elecciones legislativas bajo una fuerte seguridad

DACCA.- Los bangladesíes votan este domingo en unas elecciones legislativas celebradas bajo fuertes medidas de seguridad y en las que se espera que la primera ministra saliente, Sheikh Hasina, obtenga un cuarto mandato.

Los colegios electorales abrieron a las 8:00 locales (2:00 GMT), tras varias semanas de un campaña marcada por una violencia mortífera y por las acusaciones de represión contra miles de militantes de la oposición. Los centros de votación cerrarán a las 16:00 (10:00 GMT).
El gobierno anunció el despliegue de unos 600.000 miembros de la policía, el ejército y de otras fuerzas de seguridad para estos comicios, las 11ª elecciones legislativas desde la independencia del país, en 1971.
"Garantizamos el nivel de seguridad más alto en función de la capacidad del país", declaró el sábado un responsable de la comisión electoral, Rafiqul Islam. "Esperamos que haya un ambiente pacífico" en los cerca de 40.000 colegios electorales, añadió.
Unos 104 millones de electores deben elegir entre una alianza liderada por la Liga Awami de la primera ministra, Sheikh Hasina, de 71 años; y una coalición dirigida por el Partido Nacionalista de Bangladés (BNP) de su rival Khaleda Zia, conformada hace solo tres meses.
Khaleda Zia, de 73 años, está enferma y encarcelada por corrupción.
Unas horas antes de la votación, un militante del partido en el poder fue presuntamente asesinado por partidarios del BNP, principal formación de oposición, y su aliado islamista Jamaat-e-Islami.
"Fue atacado con piedras. Murió camino del hospital", dijo el jefe de policía Mohammad Niamutullah en la localidad de Patia (sur).
Con esta muerte asciende a cuatro el número de fallecidos confirmado por la policía desde que se anunció la fecha electoral, el 8 de noviembre. Según el BNP, ocho de sus militantes murieron.
Los sondeos apuntan a que Hasina saldrá vencedora de las elecciones, logrando su tercer mandato consecutivo de cinco años desde 2008, después de un primer paso por el poder entre 1996 y 2001, un récord en la historia del país.
Para dominar el Parlamento, de 300 escaños, su coalición debe lograr 151 bancadas.
La jefa del gobierno --que es hija del primer presidente de Bangladés, Sheikh Mujibur Rahman-- puede presumir de un espectacular balance económico, pero sus opositores la acusan de un creciente autoritarismo.
El BNP, que boicoteó las elecciones anteriores, en 2014, acusa a los miembros de la Liga Awami de haber agredido a sus militantes para desalentar a los electores, algo que la formación política niega.
El partido de Khaleda Zia, opositora y enemiga acérrima de Hasina, también acusó a la comisión electoral de parcialidad, lo que esta rechaza. El partido dice que 15.000 militantes fueron encarcelados desde el anuncio de la fecha de las elecciones.
Varias organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, denunciaron el sábado en un comunicado conjunto las medidas represivas que crearon un clima de miedo que podría disuadir a los simpatizantes de la oposición de acudir a las urnas.
"Hacemos lo que podemos para tener unas elecciones libres e igualitarias", declaró el responsable de la comisión electoral Rafiqul Islam, respondiendo a las preocupaciones de la ONU y Estados Unidos, que también plantearon dudas sobre la credibilidad del proceso electoral.
Según la oposición, 17 candidatos habrían sido detenidos bajo cargos falsos y a otros 17 opositores les habrían impedido participar en las elecciones tribunales controlados por Sheikh Hasina.
"No son unas elecciones libres y justas. Es más bien una selección controlada", declaró un diplomático occidental bajo condición de anonimato.
Sheikh Hasina rechazó todas las acusaciones de represión y llamó a los electores a apoyarla para seguir reforzando la economía, que goza de un crecimiento anual de más de 6% desde su victoria de 2008.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos acusan al gobierno de Hasina de dificultar la libertad de expresión con desapariciones forzadas de opositores y duras leyes que amordazan a la prensa.
El regulador de telecomunicaciones ordenó a los operadores móviles bangladesíes cortar las redes 3G y 4G hasta la noche del domingo, para "evitar que se propaguen rumores".

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