MONTREAL.- Un juez canadiense ha concedido este martes la libertad bajo fianza a Meng Wanzhou, la directora financiera de Huawei e hija de uno del fundador del gigante tecnológico, tras el pago de una fianza de 10 millones de dólares canadienses (7,5 millones de dólares estadounidenses) y con la obligación de cumplir varias medidas de vigilancia.
Además, tendrá que ponerse
a disposición de la justicia el próximo 6 de febrero y deberá entregar
su pasaporte. De esta forma, Meng ya no dormirá en el centro
correccional Alouette, ubicado a unos 50 kilómetros de Vancouver, donde
pernoctó desde su detención el pasado 1 de diciembre, cuando hacía una
escala procedente de Hong Kong y con destino a México.
La ejecutiva de la compañía china seguirá en libertad su proceso de
extradición a EE UU, el cual puede prolongarse durante meses o incluso
años.
Meng es requerida por las autoridades estadounidenses acusada de
fraude, ya que supuestamente burló las sanciones financieras impuestas
por Washington contra Irán.
En caso de ser extraditada se enfrenta a una
pena máxima de 30 años de cárcel.
El juez William Ehrcke, que le ha
concedido la libertad bajo fianza, fijó la primera audiencia sobre la
extradición para el próximo 6 de febrero. Asimismo, Estados Unidos tiene
60 días para proporcionar al sistema de justicia canadiense la
documentación completa de la solicitud. De lo contrario, esta quedará
sin efecto.
“El riesgo de que Meng no se presente en el tribunal durante el
proceso de extradición se puede reducir a un nivel aceptable imponiendo
las condiciones de vigilancia propuestas por sus abogados”, ha
manifestado el juez.
La fiscalía había insistido en que los recursos
financieros de la vicepresidenta de Huawei podrían facilitar su fuga del
país. Igualmente, sacó a colación que tanto Meng como otros ejecutivos
de la compañía china han evitado pasar por Estados Unidos desde que se
enteraron de que estaban siendo investigados por las autoridades de este
país.
Por su parte, la defensa subrayó los problemas de salud de Meng y
su falta de antecedentes penales; también propuso varias medidas de
monitoreo y seguridad pagadas con recursos propios.
Meng Wanzhou deberá vivir en una de las dos residencias que posee en
Vancouver y portar un mecanismo electrónico en el tobillo. No podrá
abandonar su casa entre las 23.00 y las 6.00, tendrá que permitir la
entrada a su domicilio a la policía sin previo aviso y aceptar que una
compañía de seguridad privada la vigile las 24 horas.
Respecto a la
fianza, siete millones de dólares canadienses serán depositados en
efectivo y los tres restantes corresponden a garantías hipotecarias
presentadas por amigos y asociados de Meng.
El gigante chino de las telecomunicaciones se pronunció a través de
Twitter sobre la liberación de su vicepresidenta: “Tenemos plena
confianza en que los sistemas legales canadienses y estadounidenses
llegarán a una conclusión justa en los procedimientos siguientes. Como
lo hemos enfatizado en todo momento, Huawei cumple con todas las leyes y
regulaciones aplicables en los países y regiones donde operamos,
incluidas las leyes de control y sanción de exportaciones de las
Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea”.
No se sabe aún si la decisión del juez
Ehrcke reducirá la tensión entre el Gobierno chino y Canadá. Tras la
detención de Meng, Pekín consideró el asunto como una
clara violación a las libertades individuales de su ciudadana y exigió
su liberación inmediata.
El pasado sábado, convocó a John McCallum,
embajador canadiense, para expresar su “enérgica condena” ante una
situación que el Gobierno chino sospecha que esconde tintes políticos.
Un día después, alertó al país norteamericano de “graves consecuencias”
si no liberaba rápidamente a Meng.
En esta escalada de la tensión, anunció
el domingo la suspensión de una misión comercial canadiense a China,
integrada por unos 40 representantes del sector forestal de la Columbia
Británica.
Bruce Ralsto, ministro de Empleo, Comercio y Tecnología de
dicha provincia, informó en un comunicado que el viaje se debió posponer
“debido al proceso judicial internacional en curso”, en referencia al
caso de Meng Wanzhou. La misión tenía previsto llegar a China este martes tras visitar Corea del Sur y Japón.
El lunes, Jim Carr, ministro canadiense de comercio internacional, dijo al diario La Presse
que no creía que la detención de Meng enfriara los vínculos entre
Canadá y China. “Hemos construido estas relaciones durante décadas.
Seguirán progresando. Canadá es un país que se rige de acuerdo al
derecho. Esto ha quedado en evidencia en este caso”, manifestó.
Este
martes, la organización International Crisis Group dio a conocer que uno
de sus empleados, Michael Kovrig -un exdiplomático canadiense- fue
detenido en China. Hasta el momento, se ignora si el arresto de Kovrig
está relacionado con el de la directora financiera de Huawei. Las
autoridades chinas no han ofrecido información sobre el paradero de
Kovrig.
El gobierno del
primer ministro, Justin Trudeau, respondió a las preguntas sobre el caso
y confirmó que un canadiense había sido arrestado, aunque no lo
identificó. Su empleador dijo que estaba buscando más información.
"Lo
que sabemos es que un canadiense obviamente está en dificultades en
China", declaró el ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, a los
periodistas en Ottawa. "Evidentemente estamos al tanto de la situación y
estamos profundamente preocupados".
Queda
por verse si la detención de Kovrig está relacionada con el arresto en
Canadá de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, este mes;
Goodale aclaró que "no hay prueba explícita de eso en este momento".
La
ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, abandonó una reunión
de gabinete el martes sin comentar sobre el caso Kovrig. Más tarde,
Trudeau confirmó a los reporteros que su gobierno había llevado el tema
directamente a los funcionarios chinos.
"Estamos comprometidos con el
caso y nos lo tomamos muy en serio", declaró el primer ministro. "Por
supuesto, estamos proporcionando ayuda consular a la familia".
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