martes, 4 de diciembre de 2018

Francia acuerda con Alemania reducir el alcance de la propuesta tasa digital

BRUSELAS.- Francia y Alemania alcanzaron un acuerdo sobre el impuesto a los gigantes de Internet que prevé reducir el alcance de la propuesta inicial para que solo grave la facturación por servicios publicitarios, al tiempo que amplía hasta marzo el plazo en que esperan que lo apruebe la Unión Europea (UE).

Los ministros de Economía y Finanzas de la UE intentaron llegar este martes a un acuerdo para adoptar la tasa digital que por el momento está lejos de materializarse, ya que se requiere unanimidad de los Veintiocho Estados miembros pero Irlanda, Dinamarca, Suecia y Finlandia se oponen frontalmente.

Alemania, que el año pasado impulsó la propuesta junto a Francia, ha adoptado una posición más ambigua en las últimas semanas, motivo por el que el ministro de Economía galo, Bruno Le Maire, buscaba un acuerdo con su homólogo germano, Olaf Scholz, que permitiese seguir avanzando.
El acuerdo, plasmado en una declaración conjunta, pide a la Comisión Europea y al Consejo que enmienden la propuesta hecha hasta ahora para que la tasa se centre en la publicidad en línea, dejando fuera los servicios de intermediación entre usuarios y la venta de datos de usuarios.
Esta era una demanda de Berlín que, contrariamente a la mayoría de socios de la UE, pedía sacar del alcance de la tasa la venta de datos.
No obstante, el acuerdo franco-alemán señala que la directiva no impediría a los Estados adoptar a nivel nacional sus propios impuestos con una base más amplia.
La tasa sería del 3 % sobre la facturación obtenida por los citados servicios y afectaría a las compañías de Internet que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE, tal y como está previsto ahora.
En cuanto a la adopción del gravamen, París y Berlín instan a adoptar la directiva "sin retraso y en cualquier caso antes de marzo de 2019 como muy tarde", pero apuntan que esta solo entraría en vigor el 1 de enero de 2021 si para entonces no se ha acordado una solución global en el marco de la OCDE.
Este vínculo entre la falta de una solución global y la entrada en vigor del impuesto europeo fue propuesto ya en la última reunión de ministros en noviembre, pero no ha servido para convencer a los opositores al mismo, que defienden que la única respuesta eficaz es a nivel internacional.
Con la extensión del plazo hasta marzo, París renuncia a la que había sido su "línea roja", en palabras de Le Maire, para tener la tasa aprobada antes de fin de año.
Pese a este acuerdo, la adopción del impuesto requiere unanimidad, por lo que no será posible sacarlo adelante hasta que los opositores venzan sus reticencias.

La UE no logra aprobar el impuesto

Los ministros de Finanzas y Economía de la Unión Europea (UE) fueron finalmente incapaces de alcanzar hoy la unanimidad necesaria para aprobar un impuesto a las empresas digitales que debaten desde hace meses y al que se oponen países como Irlanda y Suecia.
En un primer momento, la Comisión Europea (CE) había planteado un impuesto del 3 % sobre la facturación por ciertos servicios digitales de las compañías de Internet que facturen más de 750 millones de euros en todo el mundo y más de 50 millones en la UE, y se aplicaría de forma temporal.
El objetivo era paliar la disparidad que existe entre lo que pagan en concepto de impuesto de sociedades estas plataformas digitales (9,5 %) y las empresas tradicionales (23,2 %), mientras se busca una solución global definitiva para gravar estos nuevos modelos económicos en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Sin embargo, ante las dificultades para alcanzar un consenso, Francia y Alemania plantearon en la noche del lunes al martes reducir el alcance de la propuesta inicial para que solo grave la facturación por servicios publicitarios, al tiempo que amplía hasta marzo el plazo en que esperan que lo apruebe la UE.
Así, se dejan fuera los servicios de intermediación entre usuarios y la venta de datos de usuarios.
En cuanto a la adopción del gravamen, París y Berlín instan a adoptar la directiva "sin retraso y en cualquier caso antes de marzo de 2019 como muy tarde", pero apuntan que esta solo entraría en vigor el 1 de enero de 2021 si para entonces no se ha acordado una solución global en la OCDE.
Irlanda, Suecia y Finlandia siguieron hoy manteniendo su negativa al impuesto digital, mientras que Estonia rechazó la idea francoalemana.
La ministra española de Economía, Nadia Calviño, afirmó durante el debate público que la propuesta de Berlín y París no tiene la "ambición" prevista.
"En cualquier caso, es positivo que estemos debatiendo una armonización mínima y que, por tanto, los países pueden ser más ambiciosos con sus impuestos nacionales, pero tendremos que analizar con cuidado si esta propuesta cumple de forma suficiente los objetivos de garantizar un sistema fiscal justo y eficiente para la economía digital", declaró la titular de Economía.
España es uno de los Estados miembros que planea introducir su propia tasa digital.

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