ROMA.- Los
diputados italianos aprobaron el sábado por la noche, en un ambiente
electrizante, el presupuesto de 2019, el primero del ejecutivo
populista, revisado y corregido después de un largo pulso con Bruselas.
El
texto es fruto de un acuerdo ásperamente negociado con la Comisión
Europea, que había rechazado la versión inicial por primera vez en la
historia de la Unión Europea (UE). Justo antes de Navidad ya fue
adoptado por el Senado.
El
gobierno de unión entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema) y
la Liga (extrema derecha), en el poder desde el 1 de junio, tuvo que
limitar una parte de sus medidas principales para mantener el déficit
público en el 2,04% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 2,4%
inicial. La previsión de crecimiento de 2019 fue rebajada a 1%, en lugar
de 1,5%.
Italia
deberá contener su deuda pública, que sobrepasa el 130% de su PIB, para
evitar una sanción de los mercados financieros y un procedimiento de
infracción de la UE.
El
fin de semana precedente, hizo falta un voto de confianza en plena
noche para adoptar el presupuesto. Solo unas horas antes se presentó a
los senadores una maxi-enmienda que retoma todos los cambios decididos
por el gobierno.
Pues
el tiempo apremia para la mayoría: el texto debe entrar en vigor antes
del 1 de enero, de lo contrario Italia necesitará aplicar cada mes una
réplica del presupuesto de 2018. Esto retrasaría paralelamente la
implementación de medidas que los partidos gobernantes cuentan usar
durante la campaña de las elecciones europeas, previstas en mayo.
La
oposición tanto de izquierda como de derecha denuncia una falta de
respeto de las instituciones, considerando que el presupuesto fue
redactado en Bruselas sin dejar el mínimo margen de maniobra al
parlamento italiano.
"La
necesidad de evitar el procedimiento de infracción [...] nos ha
obligado a llegar a la zona Cesarini", explicó el viernes una
conferencia de prensa el jefe del gobierno, Giuseppe Conte, en
referencia a un futbolista de los años 1930 famoso por marcar goles
justo al final del partido.
"No
ha habido intención deliberada del gobierno de evitar una discusión y
de comprimir la duración del debate parlamentario", añadió, y aseguró
que el presupuesto fue "escrito en Italia".
Pero
el Partido Demócrata (PD, centro izquierda) anunció el viernes que
recurrió al Consejo Constitucional para denunciar "una violación de la
Constitución". Ninguno de los senadores tuvo tiempo de leer el texto
sobre el que se pronunció la cámara alta, reveló.
Varios
partidos llamaron a manifestar el sábado delante del parlamento en
Roma, mientras que algunos sindicatos anunciaron una jornada de
movilización para el 12 de enero.
El
pulso entre el gobierno italiano y la UE empezó en octubre, cuando Roma
presentó un proyecto de presupuesto con una previsión de déficit
público del 2,4% del PIB, muy superior al 0,8% al que se había
comprometido el gobierno anterior. La Comisión rechazó oficialmente este
proyecto el 23 de octubre.
El
acuerdo alcanzado el 19 de diciembre con Bruselas preveía varios miles
de millones de euros de ahorros en las dos principales medidas del
gobierno: la reforma de las pensiones, a petición de la Liga, y una
renta mínima a favor de los más desfavorecidos, impulsada por el M5E.
Las dos medidas se lanzarán en abril.
Pero
la impresión de precipitación se incrementó esta semana por una
polémica sobre el impuesto a las organizaciones sin ánimo de lucro. El
índice pasó del 12% al 24%, un añadido de último minuto.
Sin tiempo para reenviar el texto al Senado, la medida será adoptada, pero el ejecutivo prometió retomarla a partir de enero.
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