FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE)
confirmará mañana, previsiblemente, que dejará de comprar deuda en
enero, pese a que el crecimiento económico es más débil, y discutirá
sobre cómo reinvertir los bonos adquiridos que venzan.
El BCE va a adquirir deuda pública y privada de la zona del euro hasta
finales de diciembre y, después, va a reinvertir el principal de los
bonos adquiridos que vayan venciendo durante un período prolongado
durante el tiempo necesario para mantener unas condiciones de liquidez
favorables y una expansión monetaria amplia.
A finales de diciembre el BCE habrá adquirido bonos por valor de 2,6 billones de euros.
Este programa de compra de deuda, que comenzó en marzo de 2015, ha
incluido la compra de bonos soberanos y otros títulos de deuda pública,
además de la deuda emitida por empresas, bonos garantizados (cédulas) y
los bonos de titulización de activos.
El BCE podría
ser más concreto mañana respecto al periodo de tiempo que reinvertirá
los bonos o el vencimiento medio de la cartera de reinversión de bonos
públicos.
La reinversión se producirá el mismo mes en el que bono vence o los dos meses posteriores.
El BCE ha decidido hasta ahora reinvertir el principal de los bonos
soberanos que vencen en el país en el que se emitió el título de deuda
durante la fase de compras de deuda, aunque algunos expertos consideran
que podría levantar esta restricción para actuar con más flexibilidad a
corto plazo.
Algunos miembros del Consejo de Gobierno
se han mostrado a favor de orientarse según la participación de cada
banco central nacional en el capital del BCE, cuota que la semana pasada
fue revisada con efectos a partir de enero de 2019.
Tras este ajuste baja la participación del Banco de Italia y del Banco
de España, pero aumentan las del Bundesbank alemán y el Banco de
Francia, por lo que el BCE podría reinvertir un poco más en bonos
alemanes, por ejemplo.
La decisión sobre la subida de
los tipos de interés, que será la primera desde julio de 2011, y sobre
nuevas inyecciones de liquidez a largo plazo se producirá en 2019,
aunque es posible que mañana el Consejo de Gobierno también discuta
sobre ello, según algunos expertos.
El BCE cobra a los bancos un 0 % en las operaciones de refinanciación semanales y un 0,4 % por el exceso de reservas.
Los analistas de Nomura esperan que el BCE siga reinvirtiendo la deuda
que venza durante un periodo prolongado después de que termine este
programa y que subirá los tipos de interés en septiembre de 2019.
Otros analistas consideran que el alza de las tasas de interés podría posponerse hasta 2020.
Desde hace tiempo el mercado ha especulado que el BCE ofrecerá más
liquidez a largo plazo para evitar una caída abrupta del exceso de
liquidez.
En junio de 2020 vence una gran cantidad de
liquidez, unos 400.000 millones de euros, por lo que muchos bancos
deberán buscar liquidez de repuesto a mediados de 2019.
Hay varias razones por las que el BCE puede querer prolongar las
operaciones de liquidez a largo plazo, como la reciente ralentización
del crecimiento de la zona del euro, que la inflación subyacente no suba
y la preocupación por los bancos de Italia porque el aumento de la
rentabilidad de la deuda soberana del país y de los diferenciales ha
incrementado los costes de financiación, según los analistas del banco
Nomura.
Prolongar las operaciones de liquidez a largo
plazo podría ser también una forma de aminorar el impacto de la subida
de los tipos de interés.
El BCE publicará mañana sus
nuevas proyecciones macroeconómicas en las podría revisar algo a la baja
las de crecimiento e inflación subyacente, la que descuenta la energía y
los alimentos, que son los elementos más volátiles.
En septiembre pronosticó un crecimiento en 2018 del 2 %, en 2019 del 1,8
% y en 2020 del 1,7 % con una inflación del 1,7 % los tres años.
La inflación subyacente será del 1,1 % en 2018, del 1,5 % en 2019 y del 1,8 % en 2020.
Las nuevas previsiones incluirán los primeros cálculos para el 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario