FRÁNCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) ha
abierto la puerta a que el retorno a unos tipos de interés "elevados"
solo pueda ser posible si se produce una reforma de las pensiones en la
eurozona, según se desprende de un artículo académico publicado por la
autoridad monetaria este miércoles.
"La vuelta a
tipos de interés elevados tendría que venir por una reforma de las
pensiones (aumentando la edad de jubilación en combinación con medidas
que sostengan el capital humano de las poblaciones envejecidas), la
inversión en la fijación de los riesgos, un aumento en la productividad o
la combinación de estos factores", se puede leer en el documento, que
no representa la postura oficial del BCE.
La entidad presidida por Mario Draghi ha apuntado que
desde la década de 1980 la tasa neutral de los tipos de interés (aquella
que no lastra ni favorece el crecimiento) está siguiendo una "tendencia
a la baja". Esta inclinación solo se ha agravado con la crisis
económica de 2008, que ha empujado a los tipos de interés a unos niveles
"excepcionalmente bajos".
"Nuestras estimaciones
muestran una tendencia a la baja en las economías avanzadas iniciada en
1980, motivada principalmente por un descenso en el crecimiento y
factores demográficos", se puede leer en el documento elaborado por la
autoridad monetaria.
Entre esos factores demográficos
se encuentra el descenso en las tasas de fertilidad y el aumento de la
esperanza de vida, lo que ha provocado un cambio "continuado" en los
grupos de edad de los países de las economías avanzadas.
En este sentido, las estimaciones de la Comisión Europea apuntan a que
la tasa de dependencia de los mayores en la zona euro, la proporción de
personas mayores de 65 años frente a la población en edad de trabajar,
llegará hasta el 50% en 2050, desde el 25% registrado en el año 2000.
El banco central radicado en Fráncfort también ha indicado que entre
las causas que han deprimido los tipos de interés se encuentran la
aversión al riesgo, las diferencias entre los países de la zona euro y
el aumento de la desigualdad.
"Las fuerzas
estructurales que deprimen la tasa neutral de los tipos de interés no
pueden ser alteradas por la política monetaria, pero las reformas
estructurales que apoyen la productividad y la inversión si pueden
hacerlo", ha apostillado el BCE.
De esta forma, la
entidad ha reconocido que los factores demográficos no se pueden
considerar de forma aislada sin tener en cuenta las decisiones políticas
en relación a la jubilación y las pensiones.
"Los
descensos en la tasa neutral de los tipos de interés debido al
envejecimiento de la población pueden ser mitigados con cambios en la
edad de jubilación y la tasa de reposición de los sistemas de
pensiones", ha apostillado el estudio económico publicado por el BCE.
Así, ha afirmado que se tiene que producir un "debate abierto" sobre
cómo asegurar las políticas bajo circunstancias económicas y financieras
"desafiantes", ya que son factores que no pueden ser modificados por
los bancos centrales.
Por otro lado, la publicación del banco central también ha hecho
referencia al debate en torno a los cambios de la política monetaria
desde la crisis y a los nuevos instrumentos que se han puesto en marcha.
En concreto, el BCE ha abierto la puerta a que las medidas no
convencionales (la orientación a futuro, el tipo de interés negativo, el
programa de compra de activos o las operaciones de financiación a largo
plazo con objetivos específicos) puedan acabar siendo parte de las
herramientas "permanentes" a su disposición.
"Específicamente, mantener una cartera de activos permanente podría
crear espacio de maniobra para los tipos de interés a corto plazo", ha
detallado el documento académico, aludiendo a que podría mantener en su
balance un gran número de activos durante un periodo prolongado tras la
finalización de su programa de compras netas.
De esta
forma, y pese a que no sea la postura oficial del BCE, se recoge el
argumento expuesto por el expresidente de la Reserva Federal de Estados
Unidos (Fed) Ben Bernanke, quien defiende que un balance abultado
reemplaza la necesidad de usar los tipos de interés para relajar las
condiciones financieras.
La idea subyacente a esto es
que los bancos centrales podrían facilitar dichas condiciones incluso
cuando los tipos estén en un nivel bajo porque su forma de realizarlo no
sería solamente incidiendo en el precio del dinero.
Además, un beneficio de mantener una cartera con muchos activos, según
indica Bernanke y recoge el documento del banco central radicado en
Fráncfort, es que se evitaría el 'efecto estigma' de aquellos que
necesiten de las compras del BCE.
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