miércoles, 12 de diciembre de 2018

Establecen en 1.300 millones de dólares las pérdidas de Nicaragua por la crisis

MANAGUA.- La crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua le ha costado al país unos 1.300 millones de dólares desde el estallido social de abril, informó hoy el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).

La cantidad, que casi equivale al 10 por ciento de la economía nicaragüense, ha afectado de forma directa a unos 400.000 nicaragüenses, que han ido al desempleo, pasaron a puestos menos remunerados o están en la informalidad, informó el presidente del Cosep, José Adán Aguerri, en conferencia de prensa.
Según el Cosep, como producto de la crisis la economía de Nicaragua caerá 20 puntos porcentuales entre 2018 y 2019, si se toma en cuenta que perderá 8 puntos porcentuales en ambos años más otros 11 puntos que dejará de crecer.
El impacto es fuerte para un país que en los últimos 7 años creció a un ritmo promedio superior al 5 por ciento, según el sector privado.
"Lo que tomó 7 años construir, se perdió en 7 meses, en algunos sectores ya se retrocedió entre 3 y 4 años, cada mes de crisis representa un año o medio año perdido", resaltó Aguerri.
Datos del Gobierno de Nicaragua indican que el país ha perdido 205,4 millones de dólares y más de 119.000 puestos de trabajo.
Tanto el Banco Central de Nicaragua como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han confirmado que la economía nicaragüense tendrá una contracción del 4 por ciento en 2018.
Nicaragua atraviesa una crisis que ha dejado entre 325 y 545 muertos, 674 "presos políticos", cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio, según organizaciones humanitarias.
El Gobierno acepta 199 víctimas y 273 reos, que denomina "golpistas", "terroristas" y "delincuentes comunes".
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al Gobierno de "más de 300 muertos", así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Ortega no admite responsabilidades y considera que venció un intento de "golpe de Estado".
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron el 18 de abril pasado, tras 11 años de gobierno continuo, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia.

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